«Estaba bien para conducir» alega un conductor que dio positivo en cocaína tras un atropello mortal

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Fiscalía y acusación particular reclaman tres años y  medio de cárcel para el acusado, de 26 años

10 feb 2021 . Actualizado a las 19:07 h.

La lluvia, la mala iluminación de la carretera e incluso la aparición «sorpresiva» de las víctimas en la carretera. Fueron los argumentos con los que intentó eludir cualquier atisbo de responsabilidad propia un conductor juzgado este miércoles en Ourense por un doble atropello, con el resultado de una mujer muerta y su marido herido grave, ocurrido en la tarde del 26 de noviembre del 2016 en la localidad de Barbadás.

Pese a que las víctimas, una pareja de septuagenarios, estaban cruzando por un paso peatonal dotado de señalización vertical y horizontal, el conductor acusado, un joven de 26 años, llegó a decir que ambos «salieron de forma sorpresiva», reiterando que «extremó la precaución».

Eso sí, estos argumentos no evitaron que la Fiscalía de Ourense y la acusación particular, que ejerce la familia de las víctimas, mantuviera los cargos en su contra, solicitando que sea condenado a tres años y medio de cárcel ya que, desde su punto de vista, la única culpa del grave resultado del accidente la tuvo el conductor, Said B. P. Y es que tras llegar al lugar de los hechos los agentes policiales, al joven se le hicieron las preceptivas pruebas de alcohol y drogas, dando positivo en consumo de cocaína y hachís. Un laboratorio confirmó días después este resultado.

«Estaba bien para conducir», dijo pese a esto el acusado, quien explicó que había tomado las drogas el fin de semana anterior. El día de los hechos era sábado, por lo que según él estaba perfectamente capacitado para ponerse al volante. La experta del laboratorio aclaró no obstante que la cocaína desaparece a las 48-72 horas de haberse consumido, mientras que una forense explicó también que «si se detectó en su organismo es porque aún circulaba y estaba afectándole».

Será la magistrada la encargada de dictaminar si ese consumo afectó o no a la conducción, si bien uno de los agentes que acudió al lugar del accidente relató que lo vio «muy pasivo» pese a la gravedad de los hechos. La acusación también sostiene que el conductor iba más rápido de lo debido, la limitación en la zona era de 50 kilómetros hora, ya que el cuerpo de la mujer quedó desplazado a 17 metros del lugar del choque. «Si hubiera ido a la velocidad adecuada, no se hubiese llevado por delante a los peatones», dijo otro agente.

Declaró también en el juicio el viudo de la mujer muerta en el accidente, que también fue golpeado por el coche y, según dijo, estuvo varios meses sin poder moverse a causa de las lesiones. «Lo vi subirse al coche y encender las luces», afirmó en relación con el conductor que los embistió, si bien no sabe qué pasó después. «Sentí el golpe y nada más, quedé inconsciente», afirmó.

El superviviente solo sintió el golpe

«Uno no está tan norma cuando consume cocaína», dijo la fiscala en el turno de conclusiones, atribuyendo además al conductor  una absoluta falta de atención a la carretera. Aseguró que un suceso como el ahora enjuiciado debe ser castigado como un homicidio y un delito de lesiones por imprudencia grave, mismos delitos que aprecia la acusación particular, que ve lo ocurrido como resultado de la «euforia» que tenía el conductor por haber tomado drogas. 

La defensa, por su parte, pidió la libre absolución, asegurando que el conductor circulaba a una velocidad normal y adecuada. En su opinión, no existen pruebas de que el acusado circulaba bajo los efectos de la droga ya que no se hizo un acta de los síntomas que tenía. Aseguró que en la zona había poca  luminosidad y que debido a ello tiempo después se puso otra farola, suprimiéndose también dos plazas de aparcamiento situadas junto al paso peatonal.