La ciudad estrenó este sábado la nueva terminal de buses en la estación «máis intermodal de Galicia», según la conselleira
06 feb 2021 . Actualizado a las 18:13 h.Ourense estrenó este sábado la intermodalidad en el transporte. La vieja terminal de autobuses en el barrio de O Pino ha sido derribada y esa actividad se ha trasladado a un edificio de nueva construcción pegado a la estación ferroviaria, en la calle Eulogio Gómez Franqueira. Las obras, ejecutadas por la Xunta de Galicia, han terminado y la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade supervisó hoy su puesta en funcionamiento. Ethel Vázquez destacó que en treinta segundos se puede pasar de los andenes del tren a las dársenas del autobús, que están al mismo nivel.
Eso permite, según remarcó, un intercambio entre ambos medios de transporte «áxil e seguro». Será la estación «con máis intermodalidade de Galicia», dijo la conselleira, que recordó que la obra estará totalmente terminada cuando se completen los jardines y la fuente ornamental comprometida en el entorno. Además, mostró su deseo de que la evolución de la pandemia permita que en primavera la nueva terminal de buses tenga una actividad que, por ahora, está muy limitada debido a la escasez de viajeros. Cuando se recupere la normalidad, la Xunta calcula que pasarán por allí 400.000 al año.
Lo que se encontrarán ellos y los curiosos que se acercaron este sábado a conocer la infraestructura son 7.300 metros cuadrados, con un inmueble de una sola planta, con una gran sala de espera con asientos de madera que da acceso a las consignas, a los despachos de venta de billetes, a los aseos y al pasillo que conecta con la estación de trenes. Por fuera están las 13 dársenas donde estacionarán los autobuses, frente a las traseras del centro de salud de A Ponte.
«Hoy es un buen día para Ourense», dijo el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, tras acompañar a la conselleira en su visita a estas nuevas instalaciones. Según dijo, los ourensanos «ganamos mucho» con esta terminal en comparación con la anterior en O Pino. Destacó, como Vázquez, que está «absolutamente pegada» a la de tren por lo que ve garantizada la intermodalidad. Jácome se refirió, además, a la presencia de un grupo de manifestantes de la Plataforma Tren Digno. El alcalde dijo no compartir sus protestas. Más tarde, en las redes sociales, Jácome matizó su satisfacción inicial. «Parece más bien la estación de buses de una villa», dijo el alcalde, que lamentó no haber inspeccionado las instalaciones antes de su discurso.
La conselleira también se refirió a las obras que son responsabilidad del Gobierno central, por un lado el aparcamiento subterráneo (que cuenta con financiación de la Xunta, pero está siendo ejecutado por el ADIF) y, por otro, la adaptación de la estación de trenes para la llegada de la alta velocidad. Sobre la primera de las actuaciones, dijo que lleva «algo de retraso» y sobre la segunda, destacó las «dúbidas e inquedanzas» que provoca.
Se refería, de ese modo, a la aprobación definitiva del estudio informativo -sin tener en cuenta ninguna de las alegaciones presentadas- que el Ministerio de Transportes comunicó esta misma semana. Ethel Vázquez dijo que ese trámite debería ir acompañado de plazos y reclamó, como ya hizo el PP local, que se convoque la comisión de seguimiento de la intermodal para que el Estado informe a la Xunta y al Concello de Ourense de sus planes: «Pedimos que os demais cumpran como nós cumprimos».
Protestas y opiniones a pie de dársena
Durante su visita a la nueva terminal de buses, Vázquez tuvo la compañía de un grupo de manifestantes que portaban pancartas de la plataforma Tren Digno, que rechaza el proyecto de la estación intermodal tal y como está planteado. Entre ellos estaba la viceportavoz del PSOE en el Ayuntamiento ourensano, Natalia González, o el portavoz provincial de Podemos, Alfonso Víctor Ferreiro. El portavoz del colectivo, Jesús María Pérez, explicó así sus motivos y pidió que sea demolida: «Esto una indignidad para la ciudad de Ourense, una vergüenza. Es la peor estación de toda Galicia, una estación que no es realmente una estación. Esto es un alpendre, un chabolo pegado a la estación de tren, que va a causar cantidad de perjuicios».
Después de marcharse manifestantes y políticos, en la nueva terminal de buses se quedaron los usuarios familiarizándose con las instalaciones. Cada uno tiene su opinión al respecto. «Dentro do que cabe, paréceme que quedou ben, pero haberá gustos para todos», explicaba José Pérez, que añadía: «A outra que había era máis grande, pero eu penso que de momento podémonos ir arranxando».
Algunos vecinos de la zona aprovecharon su paseo matutino para visitar la estación, como Benito Fernández: «É unha cousiña normal. Anteriormente aínda había bastantes autobuses, pero agora non hai case nada de viaxeiros. A Verín aínda hai algo, pero se vas a Celanova apenas hai buses».
