Los médicos ourensanos piden un confinamiento domiciliario de un mes para frenar los contagios

Los médicos ourensanos están muy preocupados por el incremento, hasta cifras nunca antes vistas, en las cifras de contagios por covid-19 y creen que ya no se puede esperar más para tomar medidas contundentes que ayuden a frenar la pandemia y eviten un colapso de un sistema sanitario que ya ven muy tocado. En ese contexto esta misma mañana desde el Colegio de Médicos de Ourense se ha hecho pública una carta solicitando «un confinamiento domiciliario similar al realizado en la primera onda de la pandemia». Creen que sería «la medida más rápida y segura para minimizar al máximo los ingresos hospitalarios y las muertes» y recomiendan que se prolongue el encierro durante «veinte o treinta días». Eso sí, ven viable los profesionales médicos que se permita la actividad escolar, el deporte  individual y los paseos al aire libre de los convivientes.

La grave situación actual en relación con los contagios es, según los facultativos, fruto de los excesos de las Navidades, de cuyas consecuencias ellos mismos habían ya alertado. «Ni las autoridades ni los ciudadanos nos hicieron caso», lamentan, dejando claro que «las comidas, cenas y reuniones familiares y sociales en espacios cerrados de no convivientes, algunas más relajadas aún con la falsa seguridad de los test, inútiles para ese cometido, en las fiestas navideñas, son el origen de este grave empeoramiento de la pandemia». 

Así que ven urgente que los políticos den un paso adelante antes de la que la situación asistencial sea insostenible.«Debemos, como miembros del Colegio Médico de Ourense, exigir a los responsables políticos y a la ciudadanía ourensana, medidas muy contundentes para frenar cuanto antes esta rápida y negativa evolución. De hecho, ya debieron aplicarse hace varias semanas», advierten.

Restringir la actividad a lo esencial

Aseguran desde el colegio, asimismo, que «en todo caso, con dicho confinamiento estricto o sin él, es necesario restringir la actividad fuera de casa a lo verdaderamente esencial. Y prohibir las reuniones y encuentros entre no convivientes, sobre todo en espacios cerrados, incluyendo domicilios particulares». Reclaman, para que esa limitación se cumpla por parte de todos, más control policial y más castigo a quienes obvian las prohibiciones. «Hay que hacer cumplir la prohibición por las fuerzas de seguridad con las consecuencias penales que sea menester aplicar a los incumplidores», aseguran.

«La prioridad es salvar vidas y garantizar la asistencia sanitaria a todos los pacientes», recuerdan los médicos, que lamentan el coste económico y social de las medidas que proponen. No ven, sin embargo, otras alternativas para superar el momento «crítico» actual. 

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