La Fiscalía acusará de homicidio al detenido por el crimen del bar Novo, que reconoce los hechos

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Tras una disputa por un tema de drogas, el sospechoso habría clavado a la víctima una botella de cristal rota en el cuello

27 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Jonathan R. P., de 38 años, detenido a finales de mayo como presunto responsable de la muerte de Evaristo Morín, propietario de un bar en el casco antiguo de la capital ourensana, reconoció entonces en el juzgado de Instrucción 2 de Ourense los hechos que se le atribuían, ocurridos tres meses antes. Este jueves, desde la prisión provincial de Pereiro de Aguiar, en la que se encuentra recluido desde entonces, volvió a admitir haber matado al hostelero, asumiendo que tendrá que afrontar las consecuencias penales de sus actos.

Y es que durante la comparecencia que se celebró en el mismo juzgado en el que declaró el sospechoso en mayo, la representante del ministerio fiscal ya concretó los hechos que se le imputarán al sospechoso, quien será juzgado en unos meses por un tribunal del jurado. Así, ha trascendido que la acusación pública imputará un delito de homicidio, que implica penas de prisión que van desde los diez hasta los quince años, y otro de hurto, ya que después de acabar con la vida de la víctima el acusado se llevó del bar, situado en la calle Colón, unas llaves y el teléfono móvil de Evaristo.

Y aunque durante la celebración de ese trámite que recoge el procedimiento de la ley del jurado, se puede por parte de las partes solicitar la realización de alguna prueba nueva, en este caso no tuvo lugar ninguna solicitud en este sentido, por lo que es probable que el caso siga adelante de forma ágil, ya que salvo imprevistos la instrucción está ya casi cerrada. En todo caso, todavía tendrán las partes personadas, de momento fiscalía y defensa, que presentar sus escritos.

Una discusión fatal

El cuerpo de Evaristo Morín fue localizado en la noche del 5 de febrero en el interior de su bar, en medio de un charco de sangre. Un cliente alarmado porque el negocio no había abierto durante ese día, se acercó y comprobó que la persiana no estaba cerrada con llave, por lo que la subió y se encontró con el cuerpo. La policía rastreó entonces los contactos del hostelero en busca de sospechosos pero la declaración del estado de alarma prolongó las investigaciones. El detenido relató tras su arresto que discutieron, al parecer por un tema de drogas, y que golpeó a Evaristo con una pistola de fogueo en la cabeza, clavándole luego en el cuello una botella de cristal rota.