Un proyecto circense sueña con ver renacer la Ciudad de los Muchachos

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

El equilibrista Mustafá Danguir intenta poner en marcha una escuela en Benposta

15 nov 2020 . Actualizado a las 12:16 h.

La idea de reactivar la Ciudad de los Muchachos lleva años siendo uno de los objetivos prioritarios de la Asociación Cultural Padre Silva. A principios del 2019, con la inauguración del museo del circo, situado en la calle Bailén, se ponía en marcha un proyecto de recuperación de la historia de la formación que pretendía evolucionar hasta convertirse en una segunda vida para la escuela.

Todavía no ha sido posible ponerlo en marcha de forma oficial pero el equilibrista Mustafá Danguir está trabajando para conseguirlo cuanto antes. Él formó parte del Circo de los Muchachos desde 1990 y una vez que la formación artística ourensana desapareció, continuó su carrera en distintos puntos del planeta. Ha conseguido premios de reconocimiento mundial como el Guinness por recorrer en moto sobre un cable de alambre una distancia de 1,5 kilómetros a 150 metros de altura. Su especialidad es pasar de un rascacielos a otro cruzando sobre una pequeña cuerda de metal. La última vez que lo hizo fue en el 2019 en Chile. Desde el mes de junio, Danguir realiza demostraciones en Benposta junto a otra veintena de artistas que viven en la antigua Ciudad de los Muchachos. «Me encuentro en deuda con el padre Silva por haber confiado en mí cuando era un niño y con esta ciudad por ser el lugar donde nació todo», explica este funambulista marroquí. Quiere conseguir encarrilar una escuela profesional circense y, para ello, ha devuelto el circo a Ourense. «Hacemos pequeñas muestras de nuestro trabajo, cada uno en su especialidad. Con eso conseguimos un espectáculo original y entretenido de casi una hora de duración. Es la forma que se nos ha ocurrido para recaudar dinero para poder llevar a cabo el sueño de recuperar la Benposta que nosotros vivimos hace muchos años y que merece Ourense», afirma.

Realizan un pase a las 17.00 horas los sábados, domingos y días festivos, que está dirigido tanto a niños como a mayores. Las entradas tienen un valor de 6 euros, la infantil, y 9, la de adultos, aunque Mustafá Danguir aclara que es solo una estimación: «Que cada uno aporte lo que pueda, y si puede, como donación para seguir creciendo y mejorando el proyecto». Debido a las nuevas restricciones en el concello, el público está reducido a treinta personas. «El coronavirus nos hizo detener los viajes y espectáculos previstos, así que decidimos ponernos manos a la obra y apostar por la Ciudad de los Muchachos cuanto antes», añade. Una colorida carpa cubre ahora la instalación, que hasta hace unos meses lucía una lona que se caía a pedazos. Y entre las 28 personas que hoy en día viven en Benposta construyen los aparatos y la decoración necesaria para cada demostración. «Intentamos reciclar lo que tenemos, darle una segunda vida y convertirlo en algo artístico que nos ayude en los espectáculos», concluye.

Desde el Concello de Ourense afirman tener la voluntad de colaborar con la iniciativa

Las familias que viven actualmente en Benposta, como la de Mustafá Danguir, no solo tratan de reconstruir el circo, también están formando a sus hijos como primeros alumnos de una futura escuela que esperan poder crear pronto. «Estamos intentando crecer gracias a nuestro propio esfuerzo e implicación y nuestra intención sería salir de gira por España para seguir recaudando, cuando el covid lo permita», apunta Danguir. Malabares, acróbatas, equilibristas y payasos pueden disfrutarse de nuevo en Ourense. «Queremos que esto vuelva a ser la ilusión de todos los ourensanos porque esto es patrimonio no solo de Galicia, sino de la humanidad», termina el funambulista natural de Marruecos.

Según palabras de Danguir, Alfer, actual propietaria del terreno de Benposta, está al corriente de su actividad y la permite. La empresa, por su parte, se ha negado a hacer declaraciones a este medio. La iniciativa circense no tiene el respaldo oficial de la Asociación Cultural Padre Silva, aunque son conocedores de su puesta en marcha. El alcalde y varios ediles del Concello de Ourense visitaron las instalaciones en el mes de mayo para interesarse por el proyecto, ahora afirman: «Temos a vontade de colaborar co proxecto. Na visita aínda estaba algo verde e por iso a cousa quedou aí».