Crema de cacahuete «made in» Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

El ourensano Matías Ezequiel Parada acaba de poner en marcha la marca Vainatti

13 nov 2020 . Actualizado a las 17:11 h.

Matías Ezequiel Parada Cecchetti es ourensano pero su madre es argentina. Precisamente por eso cree que durante toda su infancia le tocó merendar bocadillo de crema de cacahuete. «Mientras mis amigos tenían chorizo o Nocilla, yo siempre merendaba lo mismo. En América es un producto muy consumido y sin embargo aquí a mi familia le costaba muchísimo encontrar uno que fuese totalmente natural», afirma. Este fue el motivo que le llevó con treinta años a abrir su propia fábrica de crema de cacahuete. Lo ha hecho en el rural ourensano, concretamente en A Merca, y su marca se llama Vainatti. «Juega con la palabra vaina, ya que el cacahuete nace dentro de una y por tanto no es un fruto seco sino una legumbre, y con el final de mi segundo apellido, el de mi madre», dice. Ambos aspectos son muy importantes para Matías. El negocio nació a mediados de septiembre y a días de hoy los productos que elabora ya pueden encontrarse en más de cuarenta puntos de venta en distintos lugares de Galicia. Son dos, la crema de cacahuete hecha 100 % con solo este ingrediente, y otra a la que le añade cacao. «Son dos alimentos muy saludables, que aportan muchísima energía y que pueden combinarse en cualquier comida del día. Son ideales para desayunar, merendar o para tomar incluso como tentempié», admite este joven emprendedor.

De su crema de cacahuete no solo destaca el sabor, también la textura líquida y muy cremosa. «Crear Vainatti ha sido una aventura. He estado meses probando las variedades de cacahuete y también el funcionamiento de distintas máquinas. El mero hecho de conseguir la proporción ideal de cacao que lleva la crema con chocolate me costó semanas», afirma Matías. Entre los beneficios de este manjar de cacahuetes está su poder saciante, su alto contenido proteico o la mejora de la salud cardiovascular, entre otros. Además los tarros de cristal en los que se envasa son reciclables. Todo ventajas. Solo falta hacerse con uno -o los que sean- y ¡a disfrutar!