La hostelería baja la persiana llena de dudas: «Igual é peor o remedio»

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Cierre de la hostelería ourensana
Cierre de la hostelería ourensana Miguel Villar

Los locales de los diez municipios afectados por el cierre urgen las ayudas

07 nov 2020 . Actualizado a las 13:26 h.

Desde la pasada medianoche, las cafeterías, bares y restaurantes de diez municipios de la provincia de Ourense están cerrados a cal y canto para sus clientes. Tan solo podrán atender los pedidos que se generan para llevar o a domicilio. Serán una minoría los que apuesten por un modelo que no acaba de convencer a gran parte de los hosteleros. «Iso non se fai dun día para outro. Eu tería que ter no local dous cociñeiros e ao mellor renunciar a algunhas axudas. E tamén está claro que non toda a comida serve para preparar a domicilio. Eu o intentaría facer o mellor posible, pero corres o risco de botar a perder a marca», explica Carlos Doval, propietario del restaurante A Palleira, en la avenida de Buenos Aires. Será uno de los que cierre y que no volverá a abrir su puertas hasta que la Xunta levante las nuevas restricciones.

Carlos Doval asegura que el cierre durante un mes casi es un mal menor para el sector, que estaba agonizando durante las últimas semanas debido a que las restricciones impuestas, en especial la que prohibía reunirse a personas no convivientes, les estaba ahogando poco a poco. «Nós en setembro tivemos un bo nivel de clientela a pesar de que xa había restricións na cidade. Sen embargo, outubro foi fatal. O de limitar as mesas a xente que vive xunta para nós foi un golpe moi duro. O toque de queda tampouco axudou e nalgúns locais creou situacións complicadas con clientes», indicó el propietario de A Palleira.

De cara al futuro que se avecina, Carlos Doval no es muy optimista. Entiende que la gente en la hostelería estaba con la mascarilla y, salvo excepciones, cumplía con las normas. Duda, sin embargo, que eso vaya a suceder en encuentros en ámbitos privados. «A xente que vai facer sen os bares e os restaurantes. Non creo que se vaia pechar na casa. En quince días saberemos se igual non é peor o remedio que a enfermidade. Había moita xente que tomaba o tema a cachondeo», resume el propietario de A Palleira.

El cierre de la hostelería afecta a una cadena mucho más amplia que la que se ve detrás de la barra o atendiendo en las mesas. Hay toda una cadena de producción detrás. «Quérome acordar dos distribuidores, porque sen eles non sobreviviriamos», resume Carlos Doval.

Las nuevas restricciones de la Xunta para el próximo mes en la hostelería y en la restauración no solo tocan a la ciudad de Ourense. Está afectada parte del área metropolitana con un cierre conjunto que se extiende a Barbadás, San Cibrao das Viñas, Pereiro, Toén, Amoeiro y Coles. A mayores, se ven afectados O Carballiño, Xinzo y Verín. En este último municipio el cierre de un mes casi se solapa con los veinte días que han estado clausurados de manera voluntaria la mayoría de establecimientos de la villa. En el caso de Xinzo, las restricciones llegan de forma abrupta, ya que el municipio se había librado hasta ahora de medidas drásticas que sí que se tomaron en otros municipios. «Pedimos as administracións que ideen medidas de restrición que non só afecten ao sector hostaleiro e, sobre todo, teñan sentidiño á hora de criminalizar e pechar o modo de vida dunha grande parte da poboación do concello de Xinzo», explican.

Más ayudas en Ourense

En una visita a Pereiro de Aguiar, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, avanzó que las ayudas llegarán con «máis intensidade» a los municipios de Ourense que llevan más tiempo con medidas restrictivas. También quiso mandar un mensaje esperanzador y recordó que el cierre de la hostelería adoptado en O Carballiño ha demostrado que da resultados y espera que ahora se amplíe esa buena evolución al resto de zonas.