El avance del AVE contrasta con la escasa fiabilidad del tren convencional

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Obras del ADIF para asentar la vía en la zona del derrumbe, en As Xubias, A Coruña
Obras del ADIF para asentar la vía en la zona del derrumbe, en As Xubias, A Coruña César Quian

Un derrumbe y un descarrilamiento horas después de la inauguración del nuevo tramo evidencian la otra realidad de la red gallega

28 oct 2020 . Actualizado a las 16:20 h.

El contraste entre los dos mundos en el que se mueven los trenes gallegos se evidenció con dos sucesos que ocurrieron escasas horas después de que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, inaugurara el tramo de 110 kilómetros de alta velocidad entre Zamora y Pedralba, que supone un ahorro relevante de tiempo entre las principales ciudades gallegas y Madrid, pero que en muchos casos se queda aún lejos de los 50 minutos anunciados hace dos años por el Gobierno de Pedro Sánchez. La red gallega es un mallado mixto que entrelaza los nuevos tramos de alta velocidad con los de la red convencional, con graves carencias de mantenimiento en los últimos años, como reconoce el propio ADIF en el documento en el que pretende solventar el déficit de conservación y fiabilidad de la red convencional, especialmente en Galicia. Este solapamiento entre la red reciente y la antigua tuvo su episodio más trágico en el accidente de Angrois, donde murieron 80 personas y su investigación aún continúa en sede judicial.

Cuando Renfe preparaba su nuevo modelo de servicios con Madrid tras la apertura del penúltimo tramo del nuevo acceso ferroviario a Galicia, con una frecuencia más que parte de Pontevedra y varios enlaces para favorecer el acceso a los Alvia de larga distancia, un tren de mercancías que estaba realizando maniobras en la estación de Taboadela descarriló, invadiendo el gálibo de la vía general que conecta Galicia con Madrid con uno de los tres vagones que se salieron de los raíles. Después de transbordar a los viajeros de tres trenes en la tarde del lunes, el administrador ferroviario organizó un gran despliegue técnico para liberar la vía y poder evitar que la nueva etapa que se abre con el estreno del tramo de alta velocidad no se viera empañada por el suceso. Finalmente lo lograron a primera hora de la mañana.

Descarrilamiento en la estación de Taboadela
Descarrilamiento en la estación de Taboadela Agostiño Iglesias

El descarrilamiento se produjo en otra zona de confluencia entre el nuevo ferrocarril y el viejo, en un tramo de 16 kilómetros de vía única que está siendo adaptada a la alta velocidad. Los trabajos que seguirán en esta zona hasta final de año son los responsables de que los recortes de tiempo no sean por el momento tan amplios como los que se anunciaron. Las limitaciones de velocidad por obras impiden alcanzar esos registros.

En la noche del lunes hubo otro incidente tristemente habitual cuando hay fuertes lluvias: un desguarnecido de 15 metros de la vía del tren entre O Burgo y A Coruña. ADIF trabaja desde entonces en el restablecimiento del tráfico ferroviario de la línea Palencia-A Coruña, en una zona compleja y de difícil acceso. Hubo que organizar transbordos para los doce trenes diarios que circulan por esta zona, en las relaciones A Coruña-Ferrol y A Coruña-Lugo/Monforte-Ourense.

César Fernández (izquierda) y otro usuario del tren de Madrid
César Fernández (izquierda) y otro usuario del tren de Madrid Agostiño Iglesias

Retraso en el estreno del nuevo tramo: «Pouca diferenza lle notei»

m. rodríguez, ourense

La primera jornada con el nuevo tramo del AVE a Galicia (Zamora-Pedralba) en servicio no resultó muy diferente en cuanto al ahorro de tiempo anunciado, según expusieron los viajeros consultados por La Voz a su llegada a la estación Empalme de Ourense. El convoy procedente de Madrid-Chamartín debía llegar a Ourense a las 16.45 horas, tras un trayecto de 3.55 horas. Sin embargo, llegó pasadas las 17.11 horas. Se retrasó en la salida y luego tampoco recuperó ni ese tiempo perdido ni llegó con el ahorro de tiempo de viaje anunciado con el nuevo tramo. «Muy mal, casi media hora tarde; en la salida fueron cinco minutos de retraso. Es la primera vez que me pasa», comentaba María, una de las viajeras. César Fernández, un viajero que se declara habitual en los desplazamientos en tren entre Madrid y Ourense, indicó que el trayecto le pareció «casi igual» que antes: «Pouca diferenza lle notei». La entrada en servicio de este tramo de alta velocidad, de 110 kilómetros, deberá acortar el trayecto en 50 minutos desde Madrid hasta Ourense, según el Ministerio de Fomento. Sin embargo, no fue así en esta primera jornada. En todo caso, los pasajeros valoran la apertura como un avance importante. Nicolás García, que estudia en Segovia y usa el tren aproximadamente cada mes para volver a casa, sí considera una ventaja la entrada en servicio de este tramo, aunque el convoy en el que vino el martes saliera con retraso y no llegase a la hora prevista.

Tras la puesta en marcha de este tramo, el siguiente en entrar en servicio será el que comunica Pedralba de la Pradería con Ourense, con un primer segmento de nueva construcción entre Pedralba y Taboadela, de 101 kilómetros a través de una orografía accidentada, y la adaptación de la vía existente entre Taboadela y la ciudad de Ourense, de 16 kilómetros.

La CGT ve mejoras en los servicios con Madrid, pero en detrimento de los de media distancia

Sindicalistas ferroviarios de la CGT se concentraron ayer en la estación de Ourense para protestar contra los recortes ferroviarios de Renfe, que sigue con su política comercial de no fletar trenes a no ser que haya una demanda relevante. Creen que Vigo debería beneficiarse del nuevo Alvia madrugador que sale de Pontevedra vía Vilagarcía y Santiago, al tiempo que consideran que las mejoras en la conexión con Madrid se hacen en detrimento de algunas conexiones de media distancia como Ponferrada-Vigo (que ha sido eliminada) o el aumento en los tiempos de viaje entre Ourense y la ciudad olívica. Tampoco entienden que se pongan en marcha cuatro nuevos trenes (Ourense-Lugo y Vigo-Santiago) para servir de enlace con las frecuencias que van a Madrid «e segue sen incrementar os trens de primeira hora da mañá» que dan servicio a trabajadores y estudiantes.

Firmas en Change.org

Así, los usuarios habituales del tren Avant que a las 6.45 horas partía de Ourense hacia Santiago y Coruña, en su mayoría funcionarios y estudiantes, abrieron una cuenta en Change.org (Racionalización de horarios Avant Ourense-A Coruña) para que se retome no solo esa frecuencia, sino la de regreso de las 15.30 horas del viernes, informa Cándida Andaluz.

Por otro lado, desde ayer los vecinos de Valdeorras ya pueden coger el tren para ir hasta Ourense y volver en el mismo día, después de meses sin esa posibilidad. Eso sí, toca madrugar. El tren regional hace parada en O Barco a las 6.58 para llegar a Ourense dos horas más tarde, al filo de las nueve de la mañana. El regreso es a las 16.45 horas, en un viaje de hora y media.