La UD Ourense ya tiene casa

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE CIUDAD

20 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No ha sido fácil, pero la UD Ourense ya tiene casa. A veces, las cosas más obvias son las más difíciles de lograr. Han tenido que pasar seis años para que se hiciera justicia con el equipo de Ourense que tiene un mayor apoyo social. En tiempos de pandemia, donde el respaldo de la grada quedará limitado a la mínima expresión, el equipo que tiene en Dacosta y en Currás a las cabezas visibles del ADN encuentra en Vilar un hogar que le permita seguir creciendo sin tener que andar de campo en campo de entrenamiento en un exilio que daba vergüenza. Gol a gol, ascenso a ascenso, aficionado a aficionado, la UD Ourense se ha cargado de razones para que los políticos -poco amigos de apoyar a un equipo en el que no les dejan meter mano- hayan tenido que rendirse a la evidencia y saldar esa deuda con el equipo heredero del CD Ourense. No es suficiente pero es un primer paso, ya que las ayudas están lejos de ser equiparables a la masa social y a la cantera que tienen los unionistas. Todo se andará. En todo caso, la buena noticia de estrenar instalaciones debe de ser un empujón anímico para un equipo que afronta una temporada llena de interrogantes. Ha visto como el nuevo rey Midas del fútbol ourensano parece haberse trasladado de Oira a O Carballiño, pero seguro que Currás sabrá hacer de su grupo un equipo competitivo. Los cimientos del club están levantados y se han mostrado fuertes, incluso cuando llegaron cantos de sirena para tratar de coger un atajo en forma de fusión inverosímil que hubiera supuesto renunciar a los valores que les han hecho tan fuertes.