El hijo del carismático Pichi contó con distintas ofertas veraniegas
30 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Tiago Rodríguez López (Ourense, 2000) optó por seguir creciendo al amparo de los suyos, en su casa. La sombra de Pichi, su padre e insigne ex ourensanista sigue proyectándose en una afición que ya valoró mucho la calidad del joven, cuando llegó el pasado curso cedido del Celta.
Y el centrocampista tiene claro que aún tiene bastante que ofrecer, porque vaticina con respecto a sus aficionados que «nos esperan grandes tardes de fútbol no Couto e vannos a facer moi fortes con seu apoio».
Tiago se formó en las filas del Pabellón, pero sus cualidades llamaron la atención del Celta, en cuyas categorías inferiores se integró a los trece años. Durante el primer año sénior realizó la pretemporada con el filial celeste, pero los hermanos Montes le sugirieron que buscara experiencia en Tercera, mediante una cesión, momento que aprovechó la UD Ourense para seducirlo. Ahora se concreta su fichaje y la opción de que siga vistiendo de rojillo, pese a que también contó con ofertas destacadas e incluso alguna procedente de la categoría de bronce.
Nada más hacerse pública la continuidad de Tiago, el talentoso centrocampista destacó su ilusión por seguir formando parte de un núcleo sólido del que ya oímos hablar a varios de sus compañeros: «Espero seguir coa unión que ten o grupo e, a partir de aí, que iso nos axude a gañar partidos».
El ourensano también reconocía que se sintió muy a gusto durante la pasada temporada, en la que Fernando Currás le fue concediendo protagonismo en el equipo de modo paulatino. Tendrá la oportunidad de repetir con varios de ellos, puesto que suma la duodécima renovación en una plantilla que ya ha confirmado a dieciocho futbolistas para el nuevo curso.
De momento son seis incorporaciones las que ha confirmado la escuadra ourensanista, de las cuales el vigués Varo es el único que llega desde fuera de las fronteras ourensanas e incluso el juvenil Álvaro Vilariño se incorporará directamente al primer equipo, con el que ya participó en la pretemporada anterior.
La filosofía del club es clara, en un año en el que además se agruparán todos sus equipos en Vilar de Astrés, después de muchos meses dando tumbos de un campo a otro para entrenarse. La secretaría técnica del club y los hermanos Currás también están pendientes de un mercado en el que deben reforzar su delantera en las próximas semanas e incluso se puede sumar algún futbolista más en la parcela ancha. Con todo, la UD Ourense del curso 20/21 va tomando forma y se confía en el trabajo con un grupo de jóvenes que deben dar un paso más en sus prestaciones en una reñida categoría.