La Guardia Civil arresta al hijo de un matrimonio muerto a tiros en Taboadela por el tiroteo a un brigadista

Marta Vázquez Fernández
MARTA VÁZQUEZ OURENSE

OURENSE CIUDAD

Martínez Campos, en el 2011, cuando registraron su coche en el marco de la investigación del crimen de sus padres
Martínez Campos, en el 2011, cuando registraron su coche en el marco de la investigación del crimen de sus padres MIGUEL VILLAR

Los agentes creen que José Miguel M. C. fue el autor de la emboscada, ocurrida en el 2008

15 sep 2020 . Actualizado a las 15:01 h.

Los agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil han detenido esta misma mañana de martes a José Miguel M. C. en relación con un asunto ocurrido en la provincia de Ourense en el 2008. Se trata de concreto de un asalto sufrido por un trabajador de las brigadas forestales, al que atacaron de noche en una carretera de Xunqueira de Ambía, en la que previamente habían cortado el paso con unos troncos, para dispararle luego en la zona genital. El detenido, que ha sido arrestado en el barrio de O Vinteún, es el hijo del matrimonio asesinado a tiros en Taboadela en el año 2009, otro crimen que no se ha esclarecido y en el que el vástago también ha sido siempre el principal sospechoso. La Guardia Civil, de hecho, ha reabierto el caso y espera también poder esclarecerlo ahora.

La detención de José Miguel M. C., de 47 años, ha tenido lugar en torno a las diez de la mañana y tras efectuarse, se han realizado varios registros en distintos puntos de la ciudad relacionados con el caso. A continuación, el sospechoso ha sido trasladado a los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil, donde pasará las próximas horas a la espera de que sea puesto a disposición del juzgado. Esto podría tener lugar en la jornada del miércoles o el jueves, y se encargará de recibirle declaración la jueza Eva Armesto, titular del juzgado de instrucción 3 de Ourense. Al sospechosos se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa.

El tiroteo a Juan Carlos Limia, capataz de las brigadas forestales, tuvo lugar en la madrugada del 23 de septiembre del 2008. El trabajador volvía a su casa en Cerdeira (Xunqueira de Ambía) cuando se encontró con unos troncos que obstaculizaban su camino. Cuando se bajó alguien le descerrajó dos tiros en la zona inguinal, para dispararle otras dos veces mientras trataba de huir. Por suerte, logró pedir ayuda y se salvó tras una complicada operación quirúrgica. Aunque nunca hubo detenciones por este asunto debido entre otras razones a que en el lugar de los hechos apenas si quedaron evidencias, se supo entonces que la pareja del herido había tenido meses antes una relación sentimental con José Miguel, lo que hacía sospechar que podría haber actuado movido por los celos. Casi doce años después de aquello los agentes dan por seguro ahora haber logrado pruebas suficientes para relacionar al sospechoso con este asunto. 

Dos arrestos previos

La de ahora es la tercera vez que se arresta al sospechoso, si bien en las otras dos anteriores se le relacionaba con la muerte de sus padres, ocurrida en abril del 2009, meses después de aquel otro incidente. La primera detención del hijo de la pareja, de 47 años, tuvo lugar en octubre del 2009, tras descubrirse que la coartada que había dado para la tarde de los asesinatos era falsa. Una conocida suya había contado que estuvo con él de bares aquel día, pero tras ser detenida terminó por confesar que había mentido por José Miguel. Tras unos meses en preventiva, el investigado fue excarcelado, lo que no evitó que se siguieran recabando nuevas pruebas que en octubre del 2011 propiciaron un segundo arresto. En sus ropas se habían hallado restos de pólvora que coincidían con los de los cadáveres y un informe de un lingüista veía probable que hubiese sido él quien escribió el misterioso anónimo. No fue suficiente.

El historial de Martínez Campos está lleno de sospechas, y también de alguna sentencia firme. Se le condenó en el 2012 por haber encañonado con un arma y amordazado a un amigo en una vivienda de Xinzo, en un incidente ocurrido días antes de la muerte de sus padres. 

La víctima de la emboscada: «Si fue él, que pague por lo que me hizo aquella noche»

Casi doce años después, a Juan Carlos Limia no se le ha olvidado lo que vivió en la noche del 23 de septiembre del 2008. Pese al tiempo transcurrido, ni un solo detalle del incidente por el que perdió un riñón se ha borrado de su memoria, y precisamente tuvo que volver a recordar lo ocurrido hace pocos meses, cuando volvieron a llamarlo los investigadores de la Guardia Civil. «Les volví a relatar todo», asegura, confirmando así que los agentes del instituto armado hace ya meses, antes incluso de que se decretara el estado de alarma, que retomaron las indagaciones de un caso que había archivado judicialmente en junio del 2009, pero que para ellos seguía vivo.

En realidad Juan Carlos siempre sospechó que José Miguel, que por entones era compañero de trabajo suyo en las brigadas forestales, podría haber estado implicado en el asalto. «Tenía indicios», admite, aclarando también que tras recuperarse a él lo recolocaron dentro de los servicios de extinción, aunque en alguna ocasión se volvió a encontrar con el sospechoso. «Después de aquello he vuelto a verlo en fechas puntuales; coincidimos en algún sitio, pero yo si lo veía en un lado, me iba para otro, para evitarlo. Miedo no se puede tener, pero respeto le tengo mucho», confiesa. Así que espera que esta vez sí pueda resolverse su caso y el responsable afronte las consecuencias. «Me dijeron que esta vez va a ser la definitiva, pero a ver qué pasa. Si él fue quien me disparó aquella noche, que lo pague. Si hay pruebas, que lo lleven a juicio», reclama.