«Sacar una nota alta no tiene que ser un condicionante para elegir determinados estudios»

Xiana Fole / R. N. OURENSE

OURENSE CIUDAD

Agostiño Iglesias

La alumna ourensana con la mejor calificación de la ABAU cursará Derecho

21 jul 2020 . Actualizado a las 09:39 h.

Sofía Salgado Pontón, alumna del IES Otero Pedrayo de Ourense, obtuvo en la ABAU un 13,91, la mejor calificación de la provincia, a solo nueve décimas de la nota más alta de Galicia. Sofía cursó el bachillerato de humanidades y escogió Filosofía más Economía como las materias voluntarias con las que presentarse a la prueba, de la que salió airosa. Tirando abajo la concepción de que un buen resultado abre puertas a lugares lejanos, Sofía se quedará en Ourense a estudiar Derecho. «Pienso que una nota alta no tiene que ser un condicionante para escoger lo que tienes que estudiar. Estamos acostumbrados a ver que gente con calificaciones muy altas va siempre a Física, a Empresariales... No tiene por qué ser así. Tenemos el ejemplo de otros años, un chico que sacó un catorce y ni siquiera fue a la universidad», remarca. La elección de Derecho, como hija de un abogado, fue una opción que siempre le gustó y tuvo clara, pero estudiar en la ciudad también significa estar cerca de su familia y amigos, que son para ella un apoyo emocional esencial.

En cuanto a la excepcionalidad da la situación, hay matices. Tener más opción de escoger a la hora de realizar las pruebas fue una ventaja, y tal vez la razón de que Sofía encontrase la ABAU más sencilla que los modelos de años anteriores. Sin embargo, el tener que mantener una rutina de estudio durante el confinamiento y, sobre todo, continuar con las clases por vía telemática, volvió ese camino un poco más cuesta arriba. «La primera semana fue caótica, no sabíamos como funcionaba y tuvo que montarse todo de la nada. Teníamos un sistema virtual, pero no estaba preparado para dar clases telemáticas. Si que es cierto que los profesores pusieron mucho de su parte, estuvieron a nuestro lado y nos ayudaron mucho. En distintas asignaturas, dependiendo de la voluntad del profesor, funcionó mejor o peor; pero el sistema como tal funcionó bastante bien», cuenta. La constancia, dice, es la mejor baza. Estudiar cinco o seis horas diarias y olvidarse de los atracones de último minuto. Tener el apoyo del profesorado es clave, por lo que ella está muy agradecida a los docentes del centro del Posío. «Creo que todos los profesores del IES Otero Pedrayo pueden estar muy contentos y orgullosos de lo que han hecho». El futuro lo ve con optimismo, aunque algo teñido de incertidumbre. «Nos preocupa saber si va a ser telemático o presencial: el salto a la universidad es un salto grande y se aminora un poco si tienes el apoyo de los compañeros y profesores», expresa.