La de San Pío X, en Mariñamansa, celebrará tres de una tacada este domingo
04 jul 2020 . Actualizado a las 14:11 h.Este viernes, tres familias ourensanas acudían a la parroquia de San Pío X en Mariñamansa para perfilar los últimos detalles antes de que, este domingo, los pequeños Óscar, María y Cristian reciban su primera comunión.
Ante el párroco, Luis Rodríguez, madres e hijos consultaban las dudas existentes de cara al fin de semana. Acceder al interior de la iglesia exige desinfectar primero las suelas de los pies y pasar por el dispensador de gel hidroalcohólico, pero también habrá pautas a la hora de subir al púlpito, donde no podrán situarse los profesionales audiovisuales que contraten las familias de cara a la ceremonia.
Las tres comentaban que optaron por acogerse a la primera fecha disponible tan pronto se reabrieron los templos, porque técnicamente ya tenían fijados los días para la comunión tiempo atrás. Algunos en junio. Otros, incluso en marzo.
«Esto es realmente especial, por todo lo que estamos viviendo. Son las primeras comuniones que tienen lugar en Mariñamansa tras la epidemia», decía Rodríguez. Sin embargo, visualiza un ambiente algo más descafeinado de lo habitual. En el recinto caben cerca de 300 personas, pero la normativa marca restricciones de aforo en caso de que haya grupos grandes que vayan a recibir la comunión. «De seis niños en adelante solo pueden venir entre 20 y 25 personas del entorno familiar y amigos. Es el tope para cada uno de ellos. Pero en el caso de los grupos más pequeños no se ha puesto un límite concreto», detalla el párroco ourensano. No parece que vayan a tener problema. Las tres familias de este domingo calculaban la asistencia de 19, 14 y 4 personas por cada una de ellas.