El gobierno local evalúa para el futuro pliego nuevas tecnologías o tramos gratuitos
07 jul 2020 . Actualizado a las 20:49 h.Este lunes se reactivó el cobro por aparcar en zona azul. El servicio volvió a funcionar en las mismas que condiciones que antes de que el gobierno municipal decidiese suspenderlo como consecuencia de la crisis del coronavirus. El sistema de regulación y pago será, por lo tanto, el mismo que una sentencia calificó en el año 2018 como «prehistórico». El gobierno municipal asegura que lo recupera de forma provisional y que está preparando un nuevo pliego para modernizar la ORA en Ourense.
El contrato con la actual concesionaria, Doal SA, vinculada al grupo Vendex, expiró en el año 2016 y sigue prestándose en precario desde entonces. El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, dijo el pasado mes de enero que estaba planteándose suspender la ORA a partir de marzo, pero no ocurrió así. Cabe recordar, por otra parte, que en el pasado mandato el pleno aprobó hasta en dos ocasiones estudiar la remunicipalización del servicio.
Seguirá como concesión
Sin embargo, los planes del gobierno local pasan por mantener el actual sistema hasta que se diseñe uno nuevo. Se reformulará el funcionamiento del servicio, pero seguirá prestándose en régimen de concesión. María del Mar Fernández Dibuja, concejala de Tráfico, explica que el pliego para reformular la ORA ya está siendo elaborado.
En este sentido, el programa electoral de su formación política, que es la del alcalde (Democracia Ourensana), ya preveía cambios. Proponía, por ejemplo, un modelo «express» gratuito para aparcar durante períodos de menos de treinta minutos. Además, se hablaba del control telemático de los estacionamientos de más tiempo. Todo ello está ahora en evaluación, según dice Fernández Dibuja. El nuevo pliego «contemplará todos los avances tecnológicos que en estos años ha habido», dice la concejala, que no concreta si habrá tramos gratuitos para aparcar. Eso, según dice, «se está perfilando», al igual que otras posibles novedades, como el pago a través del teléfono móvil.
Los técnicos municipales están trabajando en ello, pero Fernández Dibuja no se atreve a dar plazos concretos para la licitación del servicio por la intensa burocracia que exigen estos procedimientos administrativos. Será, según dice, «en breve, teniendo en cuenta lo que es la brevedad dentro de un Concello».
Un servicio deficitario
«Consideramos que, pasada la fase 1, es prácticamente una vuelta a la normalidad», explica la concejala sobre la decisión de cobrar de nuevo por aparcar en zona azul desde este lunes. La vuelta a la normalidad de la que habla es, en este caso, la reactivación de un servicio deficitario para las arcas municipales. El contrato con Doal para la gestión de la ORA y de la grúa municipal supone un gasto de 1,4 millones para el Ayuntamiento, pero los presupuestos municipales del año 2020 -que acaban de entrar en vigor- prevén ingresar por esa vía 1,1 millones, es decir, 300.000 euros menos.
Un informe técnico que acompaña al documento presupuestario alerta de la progresiva disminución de los ingresos que el Concello venía recibiendo de la zona azul. Son, según los datos del propio Ayuntamiento, una media de 83.315,30 euros al mes. El jefe del servicio de Gestión Económica y Presupuestaria recomendó un análisis «exhaustivo» para aclarar los motivos de esta situación.
«Esto es de otro tiempo. No se ve en ningún sitio»
Los parquímetros más deteriorados fueron repintados en los últimos días, pero ese es el único cambio que se encontraron los ourensanos que empezaron la semana aparcando en zona azul. La mayor parte de los usuarios ya sabían que este lunes volvía a cobrarse la ORA y eso se notó incluso desde el domingo. Quienes fueron previsores, retiraron su vehículo con tiempo para no tener que poner el tique a primera hora de la mañana. A otros no les quedó más remedio que pasar de nuevo por caja, con todo lo que ello supone.
El primer usuario que encontramos está frente a la máquina revolviendo en el monedero para encontrar la cantidad exacta. «Esto es de otro tiempo. No se ve en ningún sitio», explica José Antonio, que por motivos de trabajo se desplaza con frecuencia a otras ciudades gallegas. El siguiente cliente es un hombre que visita regularmente a su madre enferma y que, según confiesa, suele dejar el coche en carga y descarga. Ahora no había sitio y tiene que pasar por el parquímetro. «Yo no le veo sentido a pagar por aparcar», dice.
Mamparas y reflejos en el bus
El cobro también volvió este lunes al bus urbano y los chóferes afrontan esta nueva realidad protegidos tras mamparas colocadas en los últimas semanas. Están satisfechos, pero Amador González, de CC.OO., explica que en algunos casos provocan reflejos y es difícil ver el retrovisor. Denuncia, además, la «racanería» de la empresa por facilitar tan solo un par de guantes y una mascarilla por turno. Propone, por otra parte, que -como en los supermercados- se recomiende a los clientes el uso de guantes.