Es médico y trabaja en la base del 061 en Piñor, donde la actividad estos días es frenética y llena de incertidumbre
07 abr 2020 . Actualizado a las 14:22 h.Llegó hace tres años a Ourense para unirse al equipo de sanitarios del 061. Marcos Penas Fernández (Marín, 36 años) es médico y percibe en primera persona los sinsabores del coronavirus. Ha participado en una misión con el Open Arms en el Mediterráneo, pero asegura que lo que está viviendo no se puede comparar a nada.
-Es una situación complicada porque es algo nuevo. Siendo sinceros, hace poco tiempo era prácticamente impensable que fuésemos a estar así. Nos tenemos que reinventar a la hora de trabajar. Todos los sanitarios estamos leyendo y estudiando mucho sobre el tema. Lo estamos dando todo para saber más del virus: cómo tratarlo, cómo protegernos mejor...
-¿Cómo lo viven a nivel personal? ¿De qué manera les afecta?
- Yo intento ser positivo. No lo llevo mal pero hay cosas que vives por primera vez. Estás acostumbrado a dar malas noticias a familiares, a consolar a alguien al que se le ha muerto una persona cercana, pero esto es diferente. Coges a un paciente y te lo llevas con una sospecha o una confirmación de coronavirus. Lo trasladas al hospital y la familia se está despidiendo de una forma muy intensa, porque no puede acompañarle. Es una situación muy dura, notas el miedo de las familias y los pacientes a no volver a verse más. Despedirse de un familiar a la hora de la muerte es importante para todos y en este momento hay gente que no va a poder coger de la mano, para poder despedir a su madre, a su padre o a su hijo. Es duro.
-Habrá buenas noticias.
- Si, claro. La gran mayoría es gente que da positivo y que tiene síntomas muy leves. Incluso que se pone mala y que sale adelante. Tenemos que tener la esperanza de que vamos a poder tratarlo y cuidar a la gente.
-¿Cómo cree que debe gestionarse la situación?
-Tenemos que ir todos juntos hacia adelante. Por supuesto que llegará el momento de hacer críticas. Es más, yo siempre que acabo un servicio lo hago, de forma constructiva, para mejorar. Y creo que es lo que debemos hacer cuando acabe esto. Es el momento de trabajar juntos y de salvar a la gente.
-¿Qué importancia tiene el equipo?
-Estamos todo el día aportando ideas, la gente es increíble. Lo intentamos llevar de forma muy positiva y estar animados, porque al fin y al cabo trabajamos todos juntos, en equipos de cuatro, y estamos 24 horas trabajando mucho. Mi base es increíble y tengo muchísima suerte.
-«Quédate en casa» no es una frase hecha.
- Es lo mas importante de toda esta pandemia. No hay duda de que es la única forma de parar la transmisión. Es la forma más efectiva y a un nivel global, cuando hablamos de millones de personas, está claro. Ser solidarios unos con otros y pensar en el prójimo. Tener empatía.
-Usted trabaja como médico en emergencias. ¿Qué diferencias hay con estar ahora mismo en un hospital?
- A pesar de que también me gusta trabajar en las urgencias hospitalarias, en el 061 vives las emergencia en su punto inicial, en los domicilios de la gente, en sus casa, en los accidentes... Además de estar preparado como especialista, tienes que tener una forma de ser especial: ser tranquilo, pensar rápido y actuar. Y eso me gusta mucho.
-Usted ha vivido situaciones de tensión a bordo del Open Arms. En algo le habrá ayudado.
-Todas las experiencias que tienes en diferentes trabajos y destinos te ayudan. Tenía que volver en abril, pero se ha cancelado. Fui en la expedición de octubre y fue una de las experiencias más importantes de mi vida. Rescatar a personas que están a punto de ahogarse en el mar, incluso niños, es algo que no se olvida. En Open Arms son muy profesionales y te ayudan mucho. Espero poder volver cuando todo esto pase y se vuelvan a abrir las fronteras. Las personas siguen escapando y no me quiero imaginar lo que está pasando ahora, seguro que es muy duro.
-Tiene la especialidad en medicina familiar y comunitaria, vive en Vigo y es natural de Marín ¿por qué acabó en el 061 en Ourense?
-Hice la especialidad en Vigo y siempre dije que quería trabajar en emergencias, en el 061, y poco a poco me fui metiendo. Además quería hacerlo en el helicóptero. Llevo cerca de tres años en Ourense, antes estuve trabajando en el Cunqueiro de Vigo y en el CHUO. En Ourense, en Piñor, hay una base doble: helicóptero y ambulancia. Y cada 24 horas vamos cambiando. Estoy donde más me gusta.
-¿Cree que aprenderemos de todo lo que está pasando?
-Ya se verá, hay otros poderes... Espero que aprendamos mucho y que hagamos una crítica constructiva sobre todo del sistema. De cómo utilizamos la sanidad pública, que se está viendo que es lo más importante. En este momento lo que diría es que debemos remar todos en la misma dirección y aportar cosas para sacar adelante esto cuanto antes. Después, habrá tiempo. Esto nos compromete a todos a ser solidarios unos con otros. Estar para ayudar. La gente debe sacar lo mejor y está ocurriendo.