«No nos sintamos solos en esto»

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Myriam Iglesias, médico coordinadora del equipo que realiza el seguimiento a los pacientes de COVID-19 que están en sus domicilios.
Myriam Iglesias, médico coordinadora del equipo que realiza el seguimiento a los pacientes de COVID-19 que están en sus domicilios. Sergas

El equipo que cuida de los 230 pacientes de COVID-19 que están en sus domicilios les hace un seguimiento diario y está pendiente de su evolución y necesidades

30 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

 Más de 200 ourensanos se recuperan a domicilio de la infección por COVID-19. Deben estar aislados en sus casas, pero no están solos. Para cuidar de su salud, hay un equipo de seguimiento que está pendiente de sus síntomas, de su estado general y que les intenta dar la tranquilidad que necesitan con una respuesta profesional. Es el Equipo de Seguimiento Compartido de Atención Hospitalaria, ESCAH, formado por cinco enfermeras y médicos que se dedica a dar una atención individualizada a los pacientes de COVID-19 que están en sus casas.

Cada día, a primera hora, reciben un listado con los positivos en la provincia; a cada caso nuevo lo llaman por teléfono y le hacen preguntas clínicas y sobre cuestiones sociales, explica la enfermera coordinadora, Verónica Civeira. Y se le dan dos opciones de seguimiento, bien a través de la aplicación Telea, bien por teléfono. Con datos de este domingo, 162 están incorporados en la plataforma informática, y a otros 67 se les llama por teléfono. Los primeros tienen que introducir tres veces al día datos como la temperatura o la saturación de oxígeno, que se miden con termómetro y pulsioxímetro, respectivamente, para hacer el seguimiento de síntomas como la fiebre o problemas respiratorios. A los que eligen seguimiento telefónico se les llama una vez al día. «Si alguno de los valores no es adecuado, salta una alarma a un equipo de enfermeras que dan aviso a los médicos», detalla la doctora Myriam Iglesias Fernández, coordinadora de la unidad.

«Establecemos contacto telefónico con el paciente para conocerlo: edad, comorbilidad, síntomas. Y decidimos si hacemos seguimiento más estrecho en la unidad; si están estables los derivamos a atención primaria», continúa la médico. En cada servicio de atención primaria -hay 18 en la provincia- hay dos enfermeras referentes para seguir los casos de COVID-19 a las que coordina Verónica Civeira. El teléfono de la unidad está abierto a recibir consultas de médicos y enfermeras de atención primaria, que ya se suelen anticipar durante esta crisis, especifica la doctora.

«Si viéramos un paciente cuyas constantes no son adecuadas, o al hablar con él notamos que tiene disnea o más tos, desde aquí gestionamos el ingreso, la cama y contactamos con el 061. Mantenemos una comunicación fluida con los médicos especialistas de la planta COVID-19, que nos dan la información de última hora de cómo tratar los casos», explica la doctora.

«El paciente está agradecido porque llamamos e informamos. Ellos también nos pueden llamar de 8 a 22.00 horas por si tienen dudas o se angustian. Esta es una enfermedad desconocida para todos, y viven una situación de ansiedad. Damos información de calidad, tranquila, y estaremos siempre para responder a sus dudas», afirma Iglesias. Desde la enfermería, el equipo está muy formado en Telea. «Los enfermeros están muy pendientes y preocupados, y los pacientes, agradecidos; conocen a la enfermera que les llama», apunta Civeira.

Además del seguimiento clínico, el equipo incluye en su cuestionario preguntas de índole social, para saber si la persona vive sola o no y cómo esta distribuida su casa para gestionar el protocolo de aislamiento. «Hay gente que vive sola y llama varias veces solo para hablar o pedir pequeñas cosas», expone la enfermera. También hay casos en los que dos padres con hijos pequeños han dado positivo y hay que buscar quién cuide a los menores. Comunican las circunstancias a la jefa de trabajo social, quien busca una solución según el ayuntamiento de residencia. Hasta ahora solo fue necesario en cuatro ocasiones, aclara Civeira.

La plataforma Telea ya existía para teleasistencia de pacientes crónicos de patologías como diabetes o hipertensión. Con la aparición de primer caso del nuevo coronavirus se adaptó en pocos días para asistir a estos afectados. El sistema funciona en toda Galicia, aunque en Ourense se hace de forma compartida entre la atención primaria y hospitalaria.

La cifra de personas que atienden por ahora es asumible «a cuenta de mucho trabajo», dice Civeira. Los facultativos hacen guardias de presencia física y a mayores esta labor, apunta Iglesias. También ayudan médicos residentes voluntariamente los fines de semana. Cada pieza del engranaje del equipo es fundamental. «Sin atención primaria sería imposible», añade la enfermera. Asumen que el número de casos crecerá exponencialmente. Las pruebas y los positivos son más cada día, pero intentarán llegar a todos lo antes posible.

«Deseamos que esto pase pronto y los pacientes estén bien», anhela Iglesias. «La finalidad es que no nos sintamos solos en esto. Tenemos mucha población mayor en Ourense y hay que mimarla», concluye la doctora.