«En las mafias, mover a las víctimas de sitio suele ser lo habitual»

Pablo Varela Varela
p. varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MARTINA MISER

La Rede Galega contra a Trata será premiada hoy en el Liceo con el Clara Campoamor por su trabajo reciente

04 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos asociaciones ourensanas, la Fundación de Solidaridad Amaranta y Cáritas Diocesana, integran la Rede Galega contra a Trata, que este miércoles recibe en el Liceo el premio Clara Campoamor a la igualdad de oportunidades junto a María Antonia Rilo. El galardón lo otorga el Concello de Ourense, y Carlos Villar, portavoz de la organización, se muestra agradecido por recibirlo. «La Rede surgió en Galicia en el año 2008 replicando la que ya había a nivel estatal para sensibilizar sobre la situación de las mujeres víctima de la trata», explica.

Actualmente, la componen once organizaciones distribuidas por toda la geografía autonómica. Uno de los objetivos es aunar esfuerzos para alcanzar todo el espacio posible, pero también para no duplicar ese trabajo y coordinarse en los territorios de actuación. «Estamos repartidos por toda Galicia: en el equipo hay psicólogos, educadores y trabajadores sociales. Hablamos de un equipo multidisciplinar muy profesionalizado», detalla Villar.

En este sentido, el portavoz de la Rede Galega contra a Trata alerta de que cuestiones como el tráfico de personas para fines como la prostitución alcanza el rural y el urbano, y no únicamente las ciudades. «Para las mafias, mover a sus víctimas de sitio es una práctica habitual, así que ese es un problema añadido para detectarlas», explica. Pero además, la digitalización ha conseguido llevar parte del negocio a zonas opacas o de difícil acceso. O sencillo para los jóvenes, según se mire. «Estamos hablando de que la expansión a las redes sociales toca a cualquier persona. Antes, la publicación de los servicios de prostitución iba asociada a los anuncios por palabras con sus respectivos contactos en la prensa escrita. Y aún siguen existiendo, pero ahora mucho de esto se mueve a base de páginas especificas o foros de Internet», concreta. A este proceso de cambio se han ido sumando también los clubes de carretera con cuestiones como la publicidad en plataformas.

Villar alerta de que es preciso recapacitar sobre cómo se está trabajando el tema en la actualidad, por la indiferencia que aún genera: «A todos los agentes implicados en este fenómeno nos convendría crear un foro común de reflexión para intentar promover un cambio social y cultural sobre cómo se enfoca el tema de la trata de personas que acaban en redes de explotación sexual».