Tras un parón de un año, los trabajos para la terminal de autobuses están ejecutados al 10 % y se centran en la cimentación sobre el terreno. Los planes de la Xunta es que estén finalizados a lo largo del verano
21 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Las obras de la intermodal de Ourense hace ya tiempo que mudaron de las palabras a los hechos. Su desarrollo está quedando en su segundo plano a ojos de la sociedad en medio de la polémica política y de la reactivación de la protesta social en la que se encuentran colectivos como el colegio de arquitectos. Pero lo cierto es que las máquinas trabajan a buen ritmo en la zona y las obras ya han cogido velocidad de crucero. La fuerte remodelación que sufrirá la estación Empalme todavía no está del todo apuntalada, ya que la parte fundamental de la obra depende del Ministerio de Fomento, que tiene pendiente la adjudicación del proyecto reformulado de Norman Foster, que está estimado en 140 millones de euros. A la espera de noticias del Gobierno central, la Xunta inició en septiembre del 2018 la ejecución de la primera fase del proyecto firmado por tres administraciones -Concello, Xunta y Gobierno central- que consiste en la construcción de la nueva estación de autobuses y el aparcamiento subterráneo.
Los trabajos se vieron afectados por las obras del ADIF en la playa de vías, ya que la liberación de terrenos necesarios para encajar la terminal de buses y para adaptar la estación ferroviaria a los trenes de alta velocidad no estuvo finalizada hasta octubre del año pasado. Fue en esa fecha, hace por tanto apenas cuatro meses, cuando las máquinas pudieron retomar los trabajos para la nueva terminal de autobuses, que de acuerdo con los planes de la Consellería de Infraestucturas debería de estar finalizada a lo largo de este verano. Será un trabajo a contrarreloj, ya que en estos momentos tan solo está ejecutado el 10 % de las actuaciones. Hasta el mes de abril, las previsiones apuntan a que se intervendrá de manera directa en la construcción de la cimentación y la estructura del edificio de la estación y parte de la cimentación de las dársenas. Quedarán libres 85 plazas de aparcamiento.
Según las mismas fuentes, la inversión del gobierno autonómico en el proyecto de la intermodal de Ourense se sitúa en 8,8 millones de euros. Todos ellos en la primera fase del proyecto. Un total de 4,2 millones se destinarán a la construcción de la nueva terminal de buses, mientras que 3,9 millones irán para la financiación del aparcamiento subterráneo. El resto del dinero -tiene un coste global de 6,7 millones de euros- serán aportados por el Gobierno central. La Xunta ha destinado 0,7 millones a expropiaciones. En los presupuestos autonómicos hay una partida de 3,7 millones para finalizar la intervención.
Las claves del proyecto
La nueva estación de autobuses de Ourense irá en la zona más próxima al centro de salud de A Ponte, lo que centra las quejas de la plataforma vecinal Tren Digno, que considera que el espacio sanitario queda afectado. Desde la Xunta se considera, sin embargo, que la mejora para este espacio con el nuevo planteamiento será «radical». Alega que habrá una barrera ajardinada de entre doce y quince metros. Los autobuses cuando entren a las dársenas dejarán el ambulatorio a la derecha y estacionarán en un frente ocupando terrenos que hasta ahora eran ferroviarios. La intermodalidad entre ambos medios de transporte público se hará en superficie, al mismo nivel, y en una distancia inferior a los cien metros. En lo que se refiere al aparcamiento, que será ejecutado por el Gobierno central, las obras se retomarán en los próximos días tras autorizarse un modificado en el proyecto original. Tendrá más de 300 plazas.
¿Y el resto del proyecto? La intervención sobre el actual edificio Empalme, la nueva cubierta, la cubrición de las vías, el nuevo vial para conectar A Ponte y O Vinteún se incluyen en el proyecto reformulado de Norman Foster y está pendiente de que sea licitado por el Gobierno central. Tren Digno quiere que se recupere el proyecto original de Foster.