Investigan cómo se puede mitigar el impacto del cobre en el suelo agrícola

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

cedida

Es un tratamiento básico para combatir los hongos en viticultura y se usa también en el cultivo en ecológico

26 feb 2020 . Actualizado a las 20:16 h.

Los productos a base de cobre resultan fundamentales en la viticultura en Galicia. Ellos son los responsables de combatir los hongos que afectan al viñedo, como el temido mildiu, y cobran un especial significado en la agricultura ecológica, donde por ahora no hay alternativa para el tratamiento de este tipo de enfermedades en la vid. Sin embargo, su uso está en entredicho y en los últimos tiempos está sonando como una de las sustancias a las que se le está buscando sustituto. Es por ello que en el grupo de Edafoloxía y Química Agrícola de la facultad de Ourense, dependiente de la Universidade de Vigo, han puesto en marcha una investigación para determinar hasta qué punto este metal se concentra en los suelos agrícolas. Sus primeros resultados, que fueron presentados en una jornada del Clúster Alimentario de Galicia, apuntan a que no está causando un impacto irreversible.

«Hai unha polémica grande, porque o cobre é esencial para producir viño, pero tamén se acumula no chan», explica David Fernández-Calviño, integrante del grupo de investigación. «Hai bastante discusión sobre si afecta ou non ao chan e é uno dos candidatos a que se lle atope un substituto», añade. Su grupo lleva ya un tiempo estudiando la presencia de este metal en los suelos de Galicia. Y de su trabajo se pueden extraer algunas conclusiones. La primera, que la acumulación de cobre en una determinada zona depende mucho el tipo de suelo en el que se utilice. Es por ello que ellos están estudiando «como manexando ou cambiando esas características do chan se pode mitigar o impacto deste metal», cuenta.

Tipos de suelo

Su labor comenzó por estudiar cuáles son los tipos de suelo más vulnerables al cobre y continuó buscando maneras en las que se puede tratar ese suelo para reducir el impacto. Explica Fernández -Calviño, que «os solos onde hai máis riscos son os das zonas máis ácidas, que en Galicia son maioría. En cambio, nos chans calcáreos, o cobre precipita e non é un problema», añade. También han conseguido averiguar que la materia orgánica ayuda a mitigar los efectos de este producto. Y los suelos de la comunidad son también ricos en esto, asegura.

La principal conclusión de su trabajo es que, actualmente, el cobre no está causando un impacto irreversible en los suelos gallegos. De hecho, el equipo de investigación considera que ni siquiera los niveles de cobre detectados en los suelos gallegos son exagerados. «O cobre, o problema que ten é que se acumula no chan, pero non está causando un impacto irreversible», añade. Sostiene que el exceso de este metal pesado se puede combatir cambiando el ph del suelo. «Se engadimos materia orgánica xa cambiamos o ph do chan, ou encalando tamén», añade. Entre esto, y que los niveles de este metal detectados en diversas parcelas de Galicia «non son esaxerados», los investigadores consideran que el cobre no representa, por ahora, una amenaza para el entorno en el que es empleado por los viticultores.

Un grupo que también trabaja con plagas o busca una segunda vida a los residuos

Planta, Solo e Aproveitamento de subproductos es el nombre del grupo de investigación de la facultad de Ourense en el que se incluye el área de edafología que elaboró el estudio sobre el cobre en Galicia. Pero en este equipo hay además otras dos áreas, la de botánica y la de ingeniería química, que están también trabajando en diversos proyectos de investigación relacionados con la agricultura.

Los del área de botánica se ocupan, por ejemplo, de elaborar modelos de predicción de cosecha, además de trabajar con sistemas que permiten prevenir la llegada de plagas a determinados cultivos. Otra de sus labores se centra en la avispa velutina, par tratar de controlar los problemas que esta plaga está generando. También tiene un proyecto sobre la calidad de la miel y la certificación de su origen.

En cuanto al departamento de edafología, su tarea es estudiar los efectos de la contaminación por metales pesados en zonas agrícolas y no se centran solo en el cobre, también trabajan con otros contaminantes como puede ser los pesticidas. Su principal tarea es la de determinar cómo se comportan en el suelo y cómo les afectan a los organismos que allí viven.

Ingeniería química es el tercer departamento que está trabajando también en este grupo de investigación. En este caso, se dedican al aprovechamiento de residuos que se generan en el sector agrícola, con el fin de buscarles una nueva utilidad. Entre otras cosas, están elaborando biocombustibles que podrían tener diversas aplicaciones para el sector agroganadero.