«O buscan al culpable o vamos a tener una venganza vecinal»

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

En A Ponte, Ourense, quieren localizar a la persona que pone cebos con alfileres para perros

29 ene 2020 . Actualizado a las 13:00 h.

Llevan años denunciando la presencia de cebos con alfileres en diversos puntos del barrio de A Ponte, pero la situación ha llegado a un punto insostenible. Tanto, que incluso se han formado patrullas ciudadanas y ha habido enfrentamientos entre vecinos en plena calle para encontrar al culpable. Por eso, la asociación Mascotas de Ourense (Apmou) ha mandado un mensaje de auxilio a las autoridades, para que investiguen cuanto antes quién es la persona que coloca los cebos. Todo empezó en la calle Ramón Piñeiro, en A Ponte. «Ya es el problema eterno. O se busca al culpable o vamos a tener una venganza vecinal», afirma Luz Dacoba. Lo dice porque el ambiente está crispado, ya hubo encontronazos e incluso reuniones semiclandestinas para tomar la justicia por la mano. «Un día va a llevar unas bofetadas el que menos culpa tiene porque hay gente a la que no le gustan los animales, pero respetan. Esto es otra cosa», dice. Por eso piden, además, colaboración ciudadana e incluso la de algún abogado que les ayude a gestionar las denuncias para poder ser escuchados.

Muchos peros han sufrido las consecuencias. Uno de ellos, Nika, el pasado día 21. «Mi perra cogió algo en la boca. Yo le di un toque de atención pero enseguida lo tragó de golpe», explica César Ansias. Al día siguiente cuando fue a recoger las heces del can encontró tres alfileres. «Fui enseguida al veterinario, le hicieron una radiografía y se vio que tenía un alfiler en el intestino delgado, muy cerca del bazo. Como no estaba clavado, hicimos lo posible para que lo expulsara y al día siguiente lo hizo. Yo no lo vi pero fui a hacer una segunda radiografía y ya no la tenía», explica. Tuvo suerte. César lleva dos años atento a todo lo que ve en las aceras cercanas a su casa, por donde pasea a Nika, cerca de la calle Ramón Piñeiro. «Al final te entra un poco de culpabilidad, porque los perros no saben lo que hacen. Pero es igual, en cualquier momento te lo encuentras. Suerte que el mío es un perro mediano, si fuera más pequeño no lo cuenta», relata. Explica que ya ha hablado en ocasiones con la Policía Local y que está pendiente de localizar al autor. «Miedo hay. Y creo que esto va a ir a peor, hasta que le toque a un niño no harán nada», añade.

Desde la asociación piden que todo el que encuentre un cebo denuncie en la comisaría, porque de esta manera habrá más repercusión. «Esperamos que aparezca cuanto antes, que lo detengan. Sabemos que es de la zona, aunque ahora se ve que casi se está haciendo una moda y esto es muy peligroso», afirma Inés Quintián, presidenta de la asociación.

En el 2014 la calle Ramón Piñeiro se llenó de pasquines y amenazas contra los animales

En diciembre del 2014 la calle Ramón Piñeiro de la capital se llenó de pegatinas contra los perros de la zona. Seguidamente empezaron a llegar cartas a los diferentes portales, con notas que, entre otras cosas, decían: «Aténganse a las consecuencias...». Seguidamente aparecieron pasquines en el parque de A Chapa y en las zonas verdes. «Los perros tienen que desaparecer, son como el ébola. Hay que exterminarlos», decían. De las amenazas se pasó a la acción a finales del 2018 y los vecinos empezaron a encontrar en diferentes calles de la zona -Ramón Piñeiro, Ríos Sil, Quintián- cebos de mortadela llena de agujas e incluso puntas de carpinteros.

No es todos los días, dicen, pero cada cierto tiempo vuelven a aparecer las trampas para los perros, ahora incluso en lugares lejanos al barrio. No solo dejan cebos en las zonas verdes, también se han encontrado en entradas de garajes, esquinas de calles y en alcorques al lado de los semáforos... En lugares donde los perros suelen parar por un momento junto a sus dueños. «Ya procuramos ni pasear por aquí. Incluso creemos que la persona que lo hace se viene arriba, le gusta que se hable de él», explican desde la asociación Mascotas de Ourense.