Jardín japonés

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE CIUDAD

18 ene 2020 . Actualizado a las 11:57 h.

Si el alcalde de Ourense consigue colocar el local de la cafetería del jardín japonés, conocida popularmente como La Pajarera, habrá que sacarse el sombrero. El precio fijado en el concurso público que lanza el Concello de Ourense es ambicioso. Un canon anual de 51.000 euros y la limitación de un período de explotación de cinco años que no es prorrogable son condiciones duras, especialmente en los tiempos que corren en la hostelería. Si alguien da el paso, no le será sencillo hacer cuadrar las cuentas para salvar los 4.250 euros mensuales que tendrá que pagar directamente al gobierno local por hacer uso del local y de su terraza. El tiempo dará y quitará razones, porque las cosas valen lo que se paga por ellas. Parece complicado que hosteleros locales puedan llegar a esas cantidades, por mucho que cuente con unas condiciones inmejorables que le convierten en un auténtico caramelo. Otra cuestión es si los nuevos gestores del hotel, Barceló, están dispuestos a asumir el riesgo.

Si finalmente se adjudica por esa cantidad, habrá quién deba ponerse colorado por todo el dinero que el Concello de Ourense dejó de ingresar durante los últimos años. Aunque ya pasó tiempo desde el desahucio administrativo de los anteriores gestores del local, quedan en el aire infinidad de preguntas sin respuesta aunque todas se resumen a una. ¿Por qué durante tanto tiempo se miró para otro lado y se dejó que una empresa explotara una cafetería municipal sin ser la concesionaria? Si estuvo abierta cuatro años, la multiplicación es sencilla: 204.000 euros que potencialmente se podrían haber ingresado en las arcas municipales.