Los roscones ourensanos que no podrás evitar comer

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Agostiño Iglesias

Desde las clásicas pastelerías de la ciudad hasta las de última creación, las roscas de Reyes triunfan en Ourense

02 ene 2020 . Actualizado a las 14:18 h.

Es un clásico de la Navidad, tanto como el árbol, las luces o la visita de Sus Majestades. El roscón de Reyes es un dulce que no suele faltar en ninguna casa durante la comida del día 6 aunque cada vez es más frecuente que su presencia en la mesa se adelante. Con o sin fruta escarchada, sencillo o relleno, pequeño o grande; pero siempre una apuesta redonda. En Ourense las opciones para comprarlo son numerosas, aquí van cinco a las que no es posible resistirse.

Agostiño Iglesias

 Seis horas de preparación

Quizá ese sea el gran secreto de la confitería San Yago, el mimo y cuidado en la preparación de sus roscones. Una hora de amasado, cuatro de fermentación y media de cocción. A ello se suma la utilización de una buena materia prima. Todo ello en torno a una receta única. «Mi padre y mi hermano se encargaron de crear una fórmula muy concreta para la realización de nuestros roscones y desde que consiguieron hacer la que para ellos era perfecta no la hemos variado en nada», dice Cristina Vázquez, actual propietaria de la pastelería y segunda generación de la misma. Admite que para elaborar su postre utilizan bien de mantequilla, buenas harinas y fruta muy fresca. Porque sí, los de la San Yago llevan fruta escarchada.

Tienen cuatro tamaños distintos, desde 6 a 24 euros. «Aplicamos procesos totalmente manuales y artesanos», explica Cristina. La confitería familiar que regenta es una de las más antiguas de la ciudad. Abrió sus puertas en 1974 y está situada en el número 28 de la avenida de la Habana.

Agostiño Iglesias

 La máxima tradición

Si se le pregunta a Martín Sousa Rodríguez, repostero jefe de la ya mítica confitería Mil Hojas -en la calle del Progreso- y tercera generación al frente de la misma, dice que la clave de sus roscones está «en la calidad del producto». Pero se trata de una respuesta tan repetida en el campo de la gastronomía que es inevitable indagar más. «Influye que la producción es en casa íntegramente. Hacemos las roscas siempre al día, se crecen al momento, por eso no pueden ser más frescas», añade. También ha de influir que lleva veinte años haciéndolas él mismo, con ayuda de su equipo, aunque en su pastelería las hacen desde el día en que la abrieron sus abuelos, en 1953. 

El dulce de la Mil Hojas lleva la fruta confitada cortadita, para que en cada bocado haya ese sabor. Tienen tres tamaños: la pequeña cuesta 11 euros; la mediana, 17,5; y la grande 22. Cada temporada suelen facturar sobre 2.000 roscones. «Y no hacemos más porque el horno no lo permite», dice Martín. Afirma que la clásica es la que más sale, aunque también la proponen rellena de nata, de trufa o de crema.

Agostiño Iglesias

Con masa madre

De la pastelería ourensana más clásica pasamos a una de reciente creación. Se trata de Meraki una panadería moderna o bakery and food que aúna las técnicas más artesanales con los conceptos más actuales. Yago Cid, padre del negocio junto a Ángela Martínez, explica que sus roscones no tienen mayor secreto que cumplir los aspectos elementales para que el resultado esté asegurado. «Se hacen de manera totalmente artesanal y se comienzan a elaborar desde el día anterior», admite. Y añade: «Su base es de masa madre, esa puede ser la clave. Y trabajamos con alimentos de muy alta calidad». 

La pareja de ourensanos lleva tres años al frente de su propia pastelería y en el 2019 abrían la segunda, en la calle Ervedelo. Hacen los roscones con fruta confitada. «Y también les ponemos almendra laminada para que le de un toque a fruto seco riquísimo», cuenta el repostero. Los hay también rellenos, Yago recomienda el de trufa ya que está elaborado con auténtico chocolate belga. El clásico pequeño cuesta sobre 11 euros y el grande 21. «Cada año intentamos mejorar la receta y esta Navidad tenemos buenas expectativas», finaliza.

Santi M. Amil

De té rojo con naranja

En Tea&Nature, en la calle Valle Inclán, quisieron aprovechar sus segundas Navidades en la ciudad para realizar una original versión del dulce de esta temporada por excelencia. Se trata de un roscón que lleva añadido a la receta tradicional té, concretamente té rojo con naranja. «Queríamos que el protagonismo recayese sobre nuestro producto estrella que es, por supuesto, el té. Tras varios intentos encontramos esta fórmula y creemos que está especialmente bueno», dice una de las propietarias del establecimiento, Yumaira Martínez. Emilio González, otro de los dueños, añade: «Además siempre está esponjoso. Nos lo hace un pastelero con la receta propia nuestra, por eso en el local se pueden comer por ración cada día, aunque para llevarlo entero hay que encargarlo». El pedazo cuesta 2,80 euros y el roscón entero, 24.

Agostiño Iglesias

Fresco más días

Las panaderías Alento, naturales de Celanova, tienen 52 años de experiencia en el sector por lo que se podría afirmar que sus roscones no son nuevos en Ourense, a pesar de que su local propio en la ciudad, en la calle Bedoya, lo abriesen hace tan solo unos meses. Ellos también apuestan por la masa madre para realizar el dulce de Reyes. «Esa diría que es la base diferenciadora. El hecho de utilizar masa madre influye directamente en el proceso de fermentación y es lo que consigue que nuestro roscón aguante fresco más días», dice Julio Alén, uno de los propietarios de la panadería familiar. Claro que para comprobarlo es importante no terminárselo, algo bastante complicado.

«Lleva naranja y limón, y la verdad es que triunfa bastante», explica Julio. El año pasado elaboraron más de 5.000 para toda la provincia y este año esperan sacar más. Los tienen rellenos de nata, de crema o de trufa y se pueden conseguir al momento o por encargo. El simple cuesta 8 euros en tamaño pequeño y 12 en grande.