«No estuvimos ni diez minutos con nuestro hijo después de que naciese»

Pablo Varela Varela
P. Varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

El testimonio de la familia del bebé que nació ayer en Verín

16 dic 2019 . Actualizado a las 20:19 h.

Ambos superan los 30 años y a su lado, en una pequeña cuna en las habitaciones de la planta de Maternidad del CHUO, descansa su primer hijo. Los padres del bebé que nació este jueves en el paritorio de Verín analizaban horas después el parto de urgencia que se llevó a cabo durante la pasada madrugada en el hospital comarcal. Todo ocurrió muy rápido, y eso explica en cierta manera los acontecimientos que llegaron después.

«Mi mujer rompió aguas a las 00:15 horas y a las 00:50 entramos en el hospital de Verín. El ginecólogo nos recomendó que, cuando viésemos que se acercaba el parto, fuésemos a hacer un control al comarcal para ver el estado del bebé y hacer una primera exploración antes de derivarnos a Ourense en una ambulancia con una enfermera. Pero todo sucedió pronto, porque lo anormal es que una primeriza dilate tan rápido», cuenta el padre. Aún no ha dormido desde que a medianoche se desplazaron al centro sanitario verinense.

La primera evaluación a la madre reveló una dilatación de cuatro centímetros. «El ginecólogo, Javier, llegó en solo diez minutos tras recibir el aviso», dice el padre. Veinte minutos después, la dilatación alcanzó los seis centímetros y las contracciones tenían lugar cada minuto y medio. «Decidimos dar a luz allí, porque había muchas posibilidades de que el parto tuviese lugar en la ambulancia de camino a Ourense», indican el padre y la madre. Concuerdan en que fue una experiencia maravillosa y única. «Y el trato personal y profesional del personal de Verín rozó la excelencia», añaden.

Pero a continuación, la pediatra de guardia enviada desde Ourense tomó la decisión de que el niño fuese enviado al CHUO al poco rato de haber nacido. «El bebé se enganchó a comer y no había ningún problema, pero la pediatra decidió que había que llevárselo y no estuvimos ni diez minutos con él después de que naciese», comenta la familia. Ambos matizan que no les preocupaba el hecho de la atención en el Hospital Universitario. «Sabíamos que iba a estar bien atendido allí», explican. Pero el niño fue derivado a las 06:10 horas a la capital y no se realizó un traslado conjunto con su madre. Desde el Sergas señalan que es lo habitual: «Normalmente nunca vienen juntos en la ambulancia».

El limbo de dos horas sobre la silla de ruedas

La madre partió hace Ourense en torno a las 08:15 horas en un vehículo sanitario. Su marido, mientras tanto, se desplazó en su coche particular. «Y al llegar al CHUO fue donde tuvimos el contratiempo», dice el padre del pequeño. Su mujer sufrió un desgarro que requirió de puntos y, posteriormente, exigía reposo en una camilla. Pero tras un primer paso de examen en el servicio de Ginecología en Urgencias, se quedó casi dos horas sentada en una silla de ruedas mientras en Pediatría esperaban por ella. «Allí no sabían que habíamos llegado y mi mujer perdió sangre durante la espera porque habían cosido la herida en Verín, antes de venir a Ourense», lamenta su marido.

Al mediodía, ambos descansaban y aún se mostraban disgustados por lo ocurrido. «Lo que me parece es que aquí hay falta de protocolo», se quejaba el padre. Mientras, junto a los dos, el recién nacido reposaba sin saber que fue el primer niño en abrir las puertas del paritorio de Verín pese a que el Sergas lo cerró.