El gobierno local defiende la labor policial por el ruido en el casco viejo

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

CEDIDA

«No se trata de poner un policía en cada bar», asegura la concejala de Seguridade

07 dic 2019 . Actualizado a las 12:20 h.

Las quejas de los vecinos que viven en el casco histórico por los ruidos que sufren vinculados a la movida nocturna cada fin de semana están en el centro del debate político. Las reclamaciones van en aumento y la Policía Local ha sido señalada por algunos denunciantes, ya que aseguran que actúan con pasividad cuando les llaman para alertar de altercados en la calle. Como muestra, trascendió una conversación de madrugada entre un vecino y un agente de la central de comunicaciones. En ella, el agente responde que «con la gente de la calle no podemos hacer nada», ante la petición de presencia policial por parte de un residente en plena zona cero del ruido nocturno.

Tras la primera reunión de la comisión creada por el Concello de Ourense para tratar de dar una salida «transversal» al problema de los ruidos en la zona monumental, la concejala de Seguridade Cidadá, María del Mar Dibuja (DO) quiso defender el proceder policial y aseguró que se han implicado desde el «primer momento» para atender a los vecinos afectados. «En general, acuden al momento, aunque siempre hay excepciones por urgencias o porque están en otros servicios. El problema es que si alguien está cantando en la calle a las cuatro de la mañana y molesta a los vecinos, cuando llegue la policía se va a callar. Tú no puedes denunciar a alguien por estar simplemente en la calle», asegura la edila de Democracia Ourensana.

Esta argumentación es similar a la que expuso el agente policial por teléfono a un vecino y que generó las críticas de la asociación O Cimborrio. Dibuja entiende la desesperación de los vecinos, pero no ve nada anómalo en esa respuesta: «No ayuda y seguramente no es la respuesta que quieres oír en ese momento, pero si solo hay gente en la calle cuando llega la policía...».

En todo caso, la concejala de Seguridade Cidadá considera que se trata de un problema de fondo, que va mucho más allá de la presencia de policías o de normativas que se puedan aplicar: «No se trata tampoco de poner a un policía en la puerta de cada establecimiento. Es un problema social y educacional. Si tú cantas a las cuatro de la mañana en la calle todo borracho ya sabes que hay alguien viviendo en un primer piso y al que vas a molestar. En quien hace eso hay una falta de educación evidente».

La concejala de Urbanismo, Sonia Ogando (PP), hizo una valoración positiva de la primera reunión de esta comisión, a la que fueron invitados el resto de grupos políticos, representantes vecinales y hosteleros. «Partimos do diálogo e da absoluta certeza de que estamos ante un problema que debe ser abordado de xeito transversal para acadar entre todos unha solución global, na que a convivencia harmónica entre o descanso e o ocio nocturno ten que ser un obxectivo irrenunciable», señaló la edila del Partido Popular. También acudió a la reunión la responsable de Política Social.

Desde la asociación O Cimborrio trasladaron en la reunión su hartazgo por estar durante 17 años en una zona saturada de ruidos y reclamaron soluciones inmediatas para acabar con esta situación que, según dejaron claro en este primer encuentro, se ha convertido en insostenible. El colectivo teme además que ahora en la época navideño el ruido y los problemas aparejados a la movida nocturna y al botellón vayan a más. Ya el pasado fin de semana denunciaron que locales en la Praza do Correxidor se adueñaron de la vía pública de madrugada con una alfombra roja y varios gaiteiros. También ponen el foco en locales que llevan años actuando como pub a pesar de carecer de esa licencia.

La comisión se reunirá el 15 de enero para realizar aportaciones a la norma del ruido

La comisión sobre el problema del ruido que castiga con dureza a los vecinos del casco histórico tendrá su segunda reunión, después de quedar constituida formalmente este martes, ya en el año 2020. Según acordaron los integrantes de la mesa, formada por políticos, fuerzas de seguridad, representantes vecinales (Limiar, Miño y Cimborrio) y empresariales, tendrá lugar el próximo 15 de enero. En ese segundo encuentro, los participantes irán con «los deberes hechos» para poner sobre la mesa sus propuestas para mejorar la ordenanza del ruido, que el Concello de Ourense trata de sacar adelante.

El objetivo de la presidenta de la comisión, la concejala de Urbanismo, Sonia Ogando, es que las reuniones pasen a ser de carácter quincenal. Como quedó demostrado en la primera cita, son muchos los asuntos a abordar y que generan un intenso debate. De hecho, esta primera reunión se prolongó durante un período de hora y media, pese a que era simplemente de constitución y suele reducirse a un trámite. Al encuentro no acudió ningún representante de la federación de hosteleros. Tampoco hubo representación por parte de Ciudadanos, que excusó su ausencia por motivos de agenda, ni de la Policía Local, cuya intendente sí acudirá a la segunda reunión.