«Esto es una historia de amor con Ourense»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Isaac Pedrouzo publica «Esto no es Oregón», un libro en el que reúne sus artículos escritos para La Voz de Galicia

10 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El ourensano -porque más allá de pinchadiscos, propietario del Torgal, divulgador de la cultura o escritor, se define como ourensano- Isaac Pedrouzo acaba de lanzar su segundo proyecto literario, «Esto no es Oregón». El libro recoge los artículos que ha escrito para La Voz de Galicia desde el 2017. Un total de 110 textos -en principio autobiográficos- acompañados por ilustraciones de Studio Patten, cuyo nexo común está claro. «Esto es una historia de amor con Ourense, porque estoy enamorado de mi ciudad», afirma el autor.

-¿Cuánto hay de usted en él?

-Todo lo que está escrito en los textos es real, pero es cierto que las historias de las que hablo no siempre me pasaron a mí. La mayoría de ellas sí. Digo a menudo que no sé contar las cosas de otra gente si no me imagino haciéndolas yo, así que supongo que eso también cuenta.

-Las más bestias son suyas.

-Sí, esas son mías. Yo fui muy gamberro y muy golfo, luego me curé.

-¿Cómo fue comenzar a escribir para un periódico?

-Totalmente inesperado. Cuando me propusieron escribir una columna de forma semanal, no dudé ni un segundo en aceptar la oferta. Pensaba que eso sumaría un montón de responsabilidad a lo que escribiría en adelante y me equivocaba. Yo hablo de cacas, de sexo, de todo lo que me pasa y ha seguido siendo así hasta hoy, algo que tengo que agradecerle a la delegada del medio, Ruth Nóvoa, porque sin su confianza y sin su apuesta por mí, no estaría aquí, sin duda.

-¿Cuál es la mayor peculiaridad de «Esto no es Oregón»?

-Que siendo una oda al amor que tengo por Ourense consigue llamar la atención de personas que nunca la han pisado. Si tú lees un libro de Paul Auster que habla sobre Brooklyn, te enamoras de esa ciudad, pues en mi caso, esta publicación genera interés en la nuestra, porque está desgranada y descrita al máximo, desde el calor que aportan las historias humanas. Esta ciudad tiene algo, los de aquí lo sabemos y cuando nos vamos fuera necesitamos volver, pero aún así está tratada como si fuese gris, como si estuviese a la cola, y me gustaría romper de una vez con esas ideas que nada tienen que ver con lo que es Ourense en realidad.

-Aún así, suele hablar de su ciudad en pasado...

-Sí, es algo muy curioso, en los textos soy muy nostálgico y sin embargo en mi día a día soy todo lo contrario. Es un contraste extraño. Escucho música nueva, veo cine innovador... me gusta lo alternativo y de hecho nunca miro hacia atrás en el tiempo. Creo que hablo del pasado para compensar tanta vanguardia (se ríe) pero Ourense me ha gustado en todas sus épocas.

-¿De dónde viene el nombre de su columna y de su libro?

-En los años 90 las matrículas de la provincia todavía eran OR. Un amigo O Grove y su familia nos llamaban Oregón, por hacer la coña, y a mí me molestaba muchísimo, igual que hoy me parece terrible cuando llaman Galifornia a Galicia. En cuanto se cambió la matrícula y nos convertimos en OU, empecé a decirles: chicos, esto ya no es Oregón, parad. Y con ello me quedé.