Sor Celia, preocupada por el despoblamiento y por el papel de las mujeres en la Iglesia

La Voz OURENSE

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La monja que falleció tras ser atropellada tenía muchos retos dentro de la diócesis

25 nov 2019 . Actualizado a las 19:54 h.

El pasado domingo, sor Celia, la superiora de las Hijas de la Caridad de la comunidad residencia Marillac de Ourense, falleció tras ser atropellada por un coche cuando cruzada por la calle Pena Trevinca, cerca del colegio Carmelitas. La monja regresaba a su casa, en la calle Ramón Puga, tras haber estado visitando a las hermanas de Santo Domingo, cuando fue alcanzada por un vehículo conducido por un hombre de 75 años. 

Sor Celia protagonizaba el pasado mes de agosto uno de los reportajes que publica el boletín mensual el Obispado de Ourense. En ella hablaba de sus mayores preocupaciones: «A parroquia, que en Galicia era todo, cómo funciona hoxe; a despoboación do mundo rural, os reaxustes e reestruturacións que precisa a Diocese; o feito de que estamos na hora dos leigos e a hora das mulleres... ¡son tantos os retos que temos por diante!». Una respuesta que daba cuenta de que sor Celia estaba al tanto de las necesidades de los que tenía más cerca. Estos objetivos, que deja ahora como legado, significaban para ella su forma de vida.

En la entrevista, sor Celia hablaba además de la realidad de las Hijas da Caridad de San Vicente de Paúl, congregación a la que pertenecía: «Somos irmás maiores, entre 72 e 96 anos, todas misioneiras por vocación, por natureza, coma a Igrexa mesma. Algunhas foron misioneiras de xentes en Venezuela, Filipinas, Ruanda, Burundi... (...) Algunhas queren morrer coas botas postas. Admíroas e son afortunada de acompañalas e traballar con elas».

Y sobre la realidad de la Iglesia en Ourense señalaba: «A sociedade vive en continuo proceso de cambio e os ourensáns tamén. A Igrexa non pode ser menos (...) Teñen prexuízos contra a xente que chaman de Igrexa, sen coñecela. Cando logras que falen e se expresen, cando os escoitas e os acolles, quedan encantados e sorprendidos».