«Tener que ir a parir a Ourense desde Verín aumenta el peligro de mi embarazo»

sindo martínez VERÍN / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

SINDO MARTINEZ

Mila Diz critica el cierre del paritorio del hospital comarcal y teme que pueda ser un problema en su estado

24 nov 2019 . Actualizado a las 12:19 h.

Embarazada de seis meses y medio, la verinense Mila Diz se enteró el viernes por la mañana de la decisión de la EOXI de cerrar el paritorio del hospital de Verín el próximo 1 de diciembre. Tendrá que trasladarle al hospital de Ourense para tener a su bebé, una situación sobre la que esta mujer, de 34 años, no ocultaba su indignación. «No hay derecho a esto. Tengo un embarazo de alto riesgo y estoy siendo controlada desde hace meses por ginecología. Esto aumenta el riesgo de que, si por desgracia, tengo algún problema, pueda tener un serio disgusto», decía la futura mamá.

«Es importantísimo que en casos como el mío y en el supuesto de que haya alguna dificultad, puedan atenderte de forma rápida», esgrimía como argumento. Y recordaba que aunque ella vive en Verín (y podría coger la autovía casi desde casa hasta el hospital), puede haber otras mujeres en una situación similar a la suya que vivan en puntos de la comarca más alejados de la ciudad de As Burgas y con peores comunicaciones, lo que ralentizaría el traslado. «Esto no tiene sentido alguno. Cuando me lo dijeron me pareció una vergüenza», aseguró.

En su caso, contaba, hay muchas probabilidades de que se trate de un parto prematuro. Y tenía miedo a lo que pase ahora. «Si se da esa circunstancia, tendremos que ir a contrarreloj. El tiempo, en estas situaciones, es esencial. No es lo mismo tener que ser atendida en esa coyuntura aquí en nuestra localidad que a 40 kilómetros de distancia», añadía. «Tener que ir a parir a Ourense desde Verín aumenta el peligro de mi embarazo», razonaba la mujer.

Al traslado a Ourense se une, aseguraba la embarazada, los inconvenientes para los familiares. «No es solo el tema del parto en sí en Ourense y no aquí; es que hay una familia detrás que quiere verte y alegrarse de que todo vaya bien. Ahora deberé ser atendida en la capital y todos mis allegados tendrán que ir hasta allí también. Solo por eso esta noticia es indignante, no me parece lógico», decía.

Como se ha escuchado en otras voces tras conocerse la noticia del cierre del paritorio, Diz calificaba la situación de una muestra del retroceso asistencia en el hospital comarcal. «Este hospital debería ir a más y contar con más prestaciones y con más personal. Y es todo lo contrario. Vemos que cada vez hay menos servicios. Hablan de natalidad y luego, en vez de ayudarnos, nos fastidian», expuso.

La noticia sobre la supresión de este servicio sorprendió a los usuarios que esperaban cita en especialidades en la planta baja del hospital el viernes por la mañana. El comentario común lo resumía una anciana de 82 años: «¡Pero qué vergüenza!».