Ortega Smith, en Ourense: «Estamos aquí para cortar los chiringuitos y las amarras del clientelismo»
OURENSE CIUDAD
El secretario general de VOX, acompañado por Begoña Conde, presentó su hoja de ruta para las elecciones del 10-N
06 nov 2019 . Actualizado a las 11:58 h.Hubo pruebas de sonido con canciones de Taburete, Andrés Calamaro, Café Quijano, Nino Bravo y el himno de España. Pero, por encima de todo, hubo banderas. En la puesta en escena de VOX en Ourense de cara a las elecciones del 10-N, con Begoña Conde y Javier Ortega Smith presentes, acudieron cerca de 200 personas —según el recuento de la formación verde— entre las que destacaba un hombre que llegó al salón de actos del Hotel San Rosendo envuelto en una. Se marchó de allí sin quitársela.
Conde arrancó su maquinaria verbal poniendo una quinta marcha contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo: «Hay otros lugares de España donde nos llevan por el mismo camino que el golpe de Estado en Cataluña. Y el PP de Feijoo tiene los mismos proyectos y la misma política que el Bloque Nacionalista Galego». En esta misma línea, señaló que «el PP ha dejado de ser un proyecto nacional para ser un partido de 'barones'».
El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, atribuyó «la creación del germen del separatismo» al Partido Popular, al tiempo que pronosticaron que «echarán» al líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, del gobierno de la Xunta, «porque si algo tienen claro los otros partidos es que cuando los locos de Vox se proponen algo lo consiguen».
El discurso de Ortega Smith, cuya llegada se dilató casi media hora por encima de lo previsto y no aceptó preguntas tras su comparecencia, lo allanó Conde indicando que «Orense es la gran olvidada, con una demora histórica del AVE y la autovía hacia Lugo, además del enchufismo y el voto clientelar desarrollado durante años en la provincia».
Para el partido liderado por Santiago Abascal, «la única nación de los gallegos es España» porque, en palabras de su secretario general, lo que buscan es «un solo gobierno de España que defienda el interés de toda la nación».
Ortega Smith ha centrado su discurso en la unión de España y en la crítica a la «gran mentira de las Comunidades Autónomas». En concreto, ha puesto como ejemplo a la Xunta de Galicia, para señalar que «si no existiera habría muchos más proyectos e infraestructuras en marcha» .
Ortega-Smith manda mensajes a Partido Popular y Ciudadanos
«Estamos creciendo a un ritmo un poco más lento, porque el caciquismo es una mala hierba que cuesta quitar», comenzó Javier Ortega Smith. En la sala, con una mezcla intergeneracional que en gran medida tendía a edades elevadas, Ortega apeló al boca a boca entre conocidos y amigos para extender el programa de VOX en Ourense. Porque parte de la irrupción de la formación, más allá de las redes sociales, quizá se explique así: que hasta el más pequeño comentario en la barra del bar les ayuda a ampliar su radio de acción.
El secretario general de la formación de extrema derecha alternó mensajes al Partido Popular, a Ciudadanos y PSOE con un tono más próximo al de un monólogo y tirando de refranero. «A los de la veletita, esos señores del PP... ¡Huy, perdón! A los de Ciudadanos. Les digo que 'Arrieros somos y en el camino nos encontraremos'», dijo.
Ortega apenas adaptó su discurso a la realidad de la provincia más allá de alusiones a la pirámide demográfica de Ourense. En esencia, trasladó que «en Orense estamos para cortar los chiringuitos y las amarras del clientelismo» y que el plan de la formación pasa por «quitar las capas intermedias de la política como las oficinas y las delegaciones para suprimir gastos innecesarios».
Pero también aprovechó para aludir a posibles alianzas tras el escrutinio en las próximas elecciones generales: «En la presión fiscal y la política lingüística, el PP y el PSOE se equiparan. Y al Partido Popular le decimos que, si quieren un pacto, que lo busquen con el PSOE, porque se entienden infinitamente más que con nosotros». Y Ortega, que se quedó tras el acto en una sesión de fotos al más puro estilo influencer, se despidió rumbo a Alicante entre un «Viva Galicia» más bajito que el «¡Viva España!» que llegó después.