Ourense recibe a diario a 3.000 vecinos censados en otros ayuntamientos
OURENSE CIUDAD
Estudios, trabajo y sanidad, los tres principales ejes de la población temporal
27 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El volumen de población que hace vida en Ourense, pero que vive en ayuntamientos limítrofes ha sido un motivo de controversia e incluso de debate político, al entender desde algunos foros que la carga impositiva que sufrían los vecinos de la capital podía llevarles a asentarse en otros ayuntamientos limítrofes, aunque tuviesen su lugar de trabajo en el entorno más urbano. El Instituto Galego de Estadística (IGE) acaba de hacer público un informe en el que pone sobre la mesa qué hay de cierto en esa percepción de que a la tercera ciudad de Galicia se le escapa población censada. Según este estudio, el volumen de la población flotante en Ourense -habitantes que están en la ciudad por el día pero que tienen su lugar de residencia en otros ayuntamientos- es de 3.153 personas. De acuerdo con el IGE, en el año 2017 había 103.187 residentes en Ourense ciudad, mientras que la carga de población por el día se elevaba hasta 106.340 ciudadanos.
¿A qué se dedican esas 3.153 personas que entran cada día laborable en la ciudad de Ourense? La mayoría son estudiantes, toda vez que el flujo de los que salen para estudiar cada día por los que entran arroja un balance de 1.931 habitantes a mayores. El segundo foco de atracción es el laboral, ya que arroja cada jornada un balance positivo de 1.392 empleados, en comparación con los que salen. Se trata de un dato significativo, sobre todo, si se tiene en cuenta que el número de ciudadanos que hacen el recorrido inverso, es decir, salir de Ourense para ir a trabajar a municipios limítrofes como San Cibrao o Pereiro, con sus áreas industriales, también es importante. Hay un tercer factor que atrae población flotante desde otros ayuntamientos hacia la ciudad y es el sanitario. El hecho de que el hospital de referencia para muchos municipios esté en la ciudad provoca un flujo de medio millar de personas cada día. En esa balanza realizan contrapeso, el turismo que arroja un balance negativo de 349 habitantes diarios -es decir viene más gente a realizar turismo de la que se va- y las segundas viviendas (-379).
Por la noche, el movimiento de población es menor en el caso de la ciudad. La población que llega a la ciudad para dormir después de una jornada laboral o estudiantil prácticamente se compensa con la que realiza el recorrido contrario. Así, en el año 2017 la tasa de carga poblacional se situaba en 100,38. Entraban 4.416 después de estar fuera todo el día, mientras que al revés la cifra era muy similar y se situaba en 4.021 habitantes.
De nuevo, los estudiantes son los que ofrecen una mayor movilidad, por delante de los trabajadores y de los que pernoctan en Ourense por motivos sanitarios. El flujo turístico en este caso también muestra que hay más visitantes que gente que viaja.
Los mayores movimientos de población, en Carballeda de Valdeorras
Los mayores movimientos de población en los ayuntamientos gallegos están relacionados directamente con las ciudades. Sin embargo, hay ayuntamientos que por sus especiales características también se cuelan entre los principales puestos del ránking de carga poblacional. En el caso de la provincia de Ourense, entre los primeros puestos de ayuntamientos con mayor movimiento aparece San Cibrao das Viñas. El motivo es obvio y tiene que ver con la presencia en su término municipal de dos focos industriales, como son el polígono de San Cibrao y el de Barreiros, que hacen que cada día entren en su ayuntamiento cientos de trabajadores que luego duermen en otros municipios. Se sitúa entre los diez primeros con otros concellos con gran movimiento, aunque por diferentes motivos como son Porriño, Sanxenxo y Grove.
Otro municipio ourensano con un importante movimiento de personas que entran y salen para trabajar es Carballeda de Valdeorras. De acuerdo con los datos que facilita el IGE, se situó al frente de la mayor carga poblacional en el primer trimestre del año 2017. En el extremo contrario en la provincia de Ourense, se sitúan Barbadás, que tiene una tasa negativa. Situación similar se vive en municipios como Toén y Amoeiro.