El laboratorio estudiantil de las Josefinas triunfa en Alcoy

Pablo Varela Varela
p. varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

CEDIDA

Cinco trabajos de los alumnos ourensanos fueron premiados en el Ciencia en Acción

11 oct 2019 . Actualizado a las 14:01 h.

Un pequeño tornado en forma de investigadores llegó el pasado fin de semana a Alcoy procedente de Ourense. Los alumnos del Colegio Plurilingüe Josefinas desembarcaron en la localidad alicantina para mostrar sus proyectos en la vigésima edición del certamen Ciencia en Acción, de la que se fueron como los grandes protagonistas de la cita y un palmarés ganado a pulso a diario en el laboratorio que el profesor Carlos Pérez ha incentivado en el centro académico. Pérez lleva cuatro años impulsando esta propuesta en las Josefinas, y hace hincapié en que el gran mérito de esta trayectoria es haber conseguido que estos viajes con premio ejerzan como un imán para que el resto del alumnado se interese por lo que ocurre allí, entre probetas, mesas de química y libros de ciencia.

Cinco de los seis proyectos que se presentaron en Alcoy recibieron primeros premios o menciones de honor. Algunos, tan complejos como el estudio de la polarimetría aplicada a la determinación de la concentración de azúcares en las disoluciones. Podría parecer tremendamente técnico, pero los jóvenes que participan en estos trabajos de investigación lo hacen con gusto. «Y están un poco rabiosos, porque no podemos presentarnos a todo lo que querrían. Si no, no pisaríamos la clase», bromea Pérez.

El docente valora los galardones, pero insta a mirar más allá de ellos para evaluar ese efecto llamada que ha llevado a otros estudiantes de las Josefinas a dejarse caer o incluso participar en el laboratorio tras saber lo que allí se estaba gestando. «Nunca buscamos los premios, porque ser convocados a este tipo de reuniones ya implica ser ganadores», razona Pérez.

Además, los alumnos que fueron con él a Alcoy se han encontrado un ecosistema idóneo para hacer amistades con intereses y aficiones comunes. «Lo hemos pasado genial. Y ahora ya arden sus grupos de WhatsApp e Instagram, porque entre ellos buscan ideas nuevas que les llaman la atención», explica el profesor.

El espacio del laboratorio

Carlos Pérez dice que, ahora, uno de sus frentes abiertos es cómo dar cabida a todos los estudiantes que en las últimas semanas se han interesado por las actividades del laboratorio. En él no se trabajan únicamente temas de biología, sino también ligados a la física, la química o la tecnología. «A Alcoy llevamos un trabajo sobre la capilaridad y la potabilización del agua por contacto con cobre; y además, otro sobre el denominado ‘efecto Coanda’ y su aplicación para medir el flujo espiratorio y la capacidad pulmonar, que fue el que recibió el primer premio», comenta Pérez.

Los alumnos ya están barajando cuáles serán los proyectos a desarrollar durante el presente curso escolar, por lo que el maestro comentaba la necesidad de desconectar en cierta manera de estas peregrinaciones eventuales de presentaciones por toda la Península para poner el foco de interés en los retos que sus pupilos se marcarán este año. Pero el desafío para Carlos Pérez será otro: hallar un hueco en este centro que participa en las actividades del programa Voz Natura para que otros estudiantes se unan a iniciativas de esta índole. «Nos hemos topado últimamente con que a mucha gente del colegio le ha picado la curiosidad, así que estos días me encuentro con serios problemas de espacio para abarcar a todos», dice complacido.