«Las empresas que se auditan en Galicia son más rentables»

Ana F. Cuba REDACCIÓN / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

La ourensana Ana Pumar lleva casi tres décadas ligada al mundo de la auditoría y forma parte de la directiva del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE) en Galicia, una de las dos corporaciones que representan a estos profesionales. Entiende que se sabe poco del papel del auditor, que merecería más reconocimiento «en una sociedad que tiende a una mayor transparencia»

08 oct 2019 . Actualizado a las 14:36 h.

Ana Pumar Atrio (Ourense, 1966) se hizo auditora «porque surgió». Tras diplomarse en Empresariales (más tarde se graduaría), empezó a trabajar llevando la contabilidad de una empresa; a principios de 1991, un compañero le sugirió unirse al despacho de auditoría que estaba montando en Madrid; y en 1999, tras superar un período de formación teórica y práctica y un examen, obtuvo el título y entró a formar parte del Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC), que depende del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Economía. Primero se inscribió en el Registro de Economistas Auditores (REA), una de las dos corporaciones que representan a estos profesionales (equivalente a un colegio) y hace años se pasó a la otra, el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE). Ahora pertenece a la directiva en Galicia, donde es delegada de formación y contadora (la persona que audita a la agrupación de auditores). Y está al frente del despacho Apumar Auditores, en la ciudad ourensana.

-Según un informe elaborado por el ICJCE, en Galicia estamos lejos de la media española de empresas auditadas. ¿Por qué?

-Para igualar la media española, Galicia debería auditar entre 500 y 800 pymes más. Pasaría del 4,3 % actual (511) al 6 % del tejido empresarial. No sé por qué, tal vez por nuestro talante. Para una pyme pequeña hablamos de un coste de en torno a 6.000 euros, aunque depende del volumen de clientes y otros factores.

-¿Qué beneficios acarrea para una empresa ser auditada?

-Las empresas que se auditan en Galicia son más rentables y generan más empleo. En el caso de las pymes, la facturación de las auditadas es cuatro veces mejor que la de las no auditadas. Para las empresas que facturan menos de 5,7 millones de euros (es decir, que seguramente no tienen obligación de auditarse), la recuperación de la facturación es mejor que la de las no auditadas. Desde el inicio de la crisis ha caído un 10,7 %, frente al descenso del 43,6 % de las no auditadas. Las pymes auditadas generan 9.700 empleos más que las que no se auditan y son casi el triple de rentables (el 10 %, frente al 3,8 %).

-¿Para qué empresas es obligatoria la auditoría?

-Hay tres límites: una facturación de más de 5,7 millones de euros, un activo de 2,85 millones y 50 empleados. Si cumples dos de esos parámetros en dos ejercicios consecutivos entras en obligación de auditarte, tienes que nombrar un auditor (un profesional independiente). Entendemos que las empresas que se auditan voluntariamente son más profesionales y más transparentes, que es a lo que tiende la sociedad.

-La auditoría es un aval...

-Es un aval ante las entidades bancarias y aporta valor a su gestión. Un empresario tiene un director financiero y un fiscalista y confía en ellos, pero luego viene el auditor, que le va a corroborar, o no, que lo que están haciendo sus profesionales está bien. A veces no se da cuenta de que, aparte de revisarle las cuentas, le estás echando una mano para que las cosas se hagan bien.

-¿Quién vela por que se cumplan los valores de ‘integridad, independencia y competencia profesional’ que figuran como ‘inherentes’ a su profesión?

-Dentro del ICJCE hay un departamento de ética, y si hay cualquier problema es el ICAC el que nos sanciona; puede revisar de oficio o a través de una denuncia.

-¿Es conocido y está reconocido el papel de los auditores?

-Creo que no. Cuando se habla del auditor se habla de fraude, sin darse cuenta de que hay un caso entre millones de informes.

«Luchamos para romper el techo de cristal y que la auditoría deje de ser masculina»

En España hay unos 11.000 auditores, de los que solo 5.000 son ejercientes; y Galicia cuenta con 421 profesionales en activo, de los que 194 trabajan en firmas de auditoría y 227 ejercen de manera individual, en despachos independientes. Para ser auditor se requiere una titulación universitaria y superar un período de formación y un examen, que da acceso al ROAC. «Mujeres, todavía somos pocas -reconoce Ana Pumar-, aunque en la directiva del ICJCE en Galicia estamos tres».

-¿Queda mucho por hacer en materia de igualdad de género?

-Estamos aquí para que la auditoría deje de ser masculina. Cada vez hay más mujeres auditoras en Galicia y más mujeres en la junta directiva (representamos el 30 % en la del ICJCE). De hecho, en Galicia estamos un punto por encima de la media española en proporción de mujeres auditoras (26 %). Somos muchas y muchos los que luchamos por la equidad y por romper definitivamente ese techo de cristal que nos ha acompañado tantos años.

-Habla de «equidad», no tanto de paridad...

-Sí, de equidad, que se valore a cada uno por su formación y sus conocimientos, a pesar de que el tema de la paridad es muy importante para que podamos llegar a órganos directivos. Las mujeres salimos cada vez más preparadas de las universidades y, sin embargo, llegar a la alta dirección sigue siendo complicado. Cada vez menos, pero el techo de cristal sigue estando ahí.

-Usted no responde al perfil «gris» con que asociamos la imagen del auditor.

-Hay de todo, pero nos hemos quitado de encima el tema de la corbata y la persona gris, sin perder la seriedad. Está cambiando y tenemos que seguir insistiendo, las mujeres tenemos capacidad y ganas para salir adelante.

-Por cierto, ¿cómo resumiría en qué consiste una auditoría?

-Es la revisión y verificación de los estados contables de la empresa. No somos detectives, no llegamos a todo. Aplicamos unos procedimientos analíticos, en un proceso muy complejo, y sacamos una razonabilidad. Trabajamos con los proveedores, los clientes, los bancos, los abogados... Y emitimos un informe. Nuestra base fundamental es la transparencia y la responsabilidad es cada vez mayor.

Ser feliz, clave para rendir más

Antes de comenzar y después de acabar «las duras y estresantes jornadas de trabajo», a Ana Pumar le gusta salir a pasear con su perro por el parque Barbaña, al lado de su casa, en Ourense. «Para mí, lo más bonito de la ciudad es lo tranquila que es y los paseos por las riberas del río Miño, varios kilómetros por los que poder caminar. En algún tramo existen manantiales de agua termal en los que incluso puedes darte un baño», destaca. Pero si algo le ayuda a «liberarse» del estrés diario es el pádel: «Das cuatro raquetazos y eres feliz». Fuera de la oficina, busca actividades que no la obliguen a pensar. Dentro del despacho, Pumar, la primera «y la única» persona de su familia que se dedica a la auditoría, procura favorecer la conciliación de sus compañeras: «Tratamos de facilitarla, aunque es complicado; intentamos trabajar solo por la mañana... Creo que es importante para que la gente esté contenta en su trabajo. Si eres feliz, dentro de que tienes que hacerlo, el trabajo va a salir mucho mejor».