La monfortina juega al fútbol y al fútbol sala, y entrena a un equipo coruñés
17 sep 2019 . Actualizado a las 18:26 h.Marián García Pérez tiene alma de deportista. A sus 21 años, la jugadora monfortina compite al más alto nivel en la Primera División gallega de fútbol con el Orzán y en la Autonómica de fútbol sala con el 5 Coruña. Además, la joven promesa local se estrenó como entrenadora en el conjunto juvenil del Oza.
Su actividad deportiva la compagina con sus estudios universitarios de INEF -está en el tercer curso-. La idea de García es dedicarse a la enseñanza y seguir vinculada al fútbol y al fútbol sala cuando se retire.
La monfortina explica las razones que la han llevado a afrontar un año tan completo. «Practico los dos deportes que me entusiasman, y desde el primer momento intenté jugar en los dos equipos. Como podía compaginar, no me lo pensé, y aquí estoy disfrutando al máximo», señala García.
La calidad y el talento que atesora esta jugadora no pasó desapercibida para los clubes de élite de Galicia. De hecho, en verano tuvo una oferta del equipo lucense del Castro, que esta campaña compite en la Segunda División Nacional. «Mostraron mucho interés por ficharme, pero finalmente me decidí por seguir en A Coruña, porque quería jugar al fútbol y al fútbol sala, y si fichaba por el Castro no podía, porque la exigencia era mayor. Hay que tener en cuenta que este equipo se desplaza por toda España para competir», indica García.
La jugadora monfortina está llamada a marcar las diferencias en los dos equipos. Sus entrenadores confían en la calidad y la experiencia que tiene. «Estoy contenta con la continuidad que tengo. En los últimos años todo me ha salido bien, y tengo que decir que continúo creciendo como jugadora y madurando como persona. El hecho de tener más responsabilidad influye», dice.
A la hora de analizar los objetivos del Orzán, Marián García comenta: «Nuestra meta es acabar en la zona de privilegio de la categoría, es decir, entre los cinco primeros clasificados. No será fácil, porque tenemos rivales de envergadura, pero nosotras contamos con un buen equipo».
Con el 5 Coruña aspiran a mantener la categoría. No hay que olvidar que el equipo ascendió la temporada pasada a la Autonómica.
Su trayectoria
A Marián García el fútbol le viene en los genes. Su padre, Jordi
García, fue uno de los delanteros
centros más destacados de la comarca. Compitió en Primera y Segunda Autonómica, y fue varias campañas pichichi en los equipos que estuvo. Marián fue
testigo desde la grada de muchos
partidos que disputó su progenitor. Desde los 2 años, su madre,
María Pérez, la llevaba a los partidos. Este hecho hizo que la entonces niña comenzara a aficionarse al fútbol.
En casa ya peloteaba con su padre, que no dudaba en llevarla al parque a jugar. El balón siempre fue su mejor compañero. A los seis años ya comenzó a competir, y lo hizo con el Colegio Ferroviario, en el que estudió, en fútbol sala. Fue en los campeonatos comarcales escolares. En estos torneos ya ofreció destellos de la calidad que atesoraba.
Su salto al fútbol se produjo al Calasancio, club en el que coincidió con Clara Fernández, su compañera y amiga que compite en el Cidade das Burgas de fútbol sala. Al acabar su etapa alevín fichó por el Construcciones Manías de fútbol sala, con el que solo entrenaba. La siguiente parada fue en el Monte Forte, club en el que explotó y se dio a conocer. Fue convocada con las selecciones gallegas sub-16 y sub-18, con las que participó en varios entrenamientos.
Después fichó por el Friol, y hace dos temporadas estuvo en el Valdetires. En los dos equipos dejó huella, convirtiéndose en toda una referencia. García sigue trabajando para dar el salto a medio plazo a la élite del fútbol o del fútbol sala.