La falta de señales complica el acceso al nuevo párking del hospital

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La inauguración del recinto no evitó que algunos conductores estacionasen sus coches en el terraplén de una finca cercana

09 sep 2019 . Actualizado a las 21:14 h.

A Manuel Fernández, que se tomaba un descanso en el trabajo en un banco situado frente al nuevo aparcamiento del Hospital Universitario de Ourense, le llamó la atención el hecho de que algunos coches, durante la mañana del lunes, se subiesen a la acera para aparcar sobre el terraplén de una finca -sin vallar ni delimitar- situada justamente enfrente al párking. Fue uno de los detalles más llamativos del primer día de actividad del recinto tras año y medio con el proceso enquistado.

A partir de las 8.00 horas, la empresa adjudicataria Saba Aparcamientos puso en funcionamiento el servicio. La primera media hora de estacionamiento es gratuita, pero a partir de ahí las tarifas oscilan entre los noventa céntimos que cuesta aparcar entre treinta minutos y una hora, a los 0,0125 céntimos por minuto que se deben abonar a partir de una hora en adelante. Que el coche esté un día entero en una de las 423 plazas disponibles se paga a ocho euros. Roberto, que visitaba este lunes a un familiar ingresado en el CHUO, se topó con una plaza libre de pago a las afueras del aparcamiento y estacionó allí su coche. «Oito euros ó día, se tés que vir todos, é bastante diñeiro», decía. Así que se mostraba complacido por haberse ahorrado este coste momentáneo.

MIGUEL VILLAR

Desde el Sergas muestran su convencimiento en el que el servicio irá mejorando a medida que pasen los días. «Hoy, como es normal al ser el primer día, hay poca gente. Irá aumentando cuando esté más señalizado y los usuarios lo conozcan», exponen. Porque uno de los principales focos de mejora parece precisamente la indicación de los accesos. Al aparcamiento se puede llegar desde las calles Nosa Señora da Saínza o Cruceiro Quebrado. Pero en esta última, la carencia de señales específicas sobre la ubicación del párking y la existencia de dobles filas restan fluidez de conducción en una zona donde, ya de por sí, los carriles son estrechos y, en ciertas partes, de sentido único.

Dentro del párking, mientras tanto, algunos usuarios daban su aprobación a la obra y su reciente apertura. En particular, una mujer y su madre que acudían por una consulta médica. Uno de los puntos a favor marcados por las personas consultadas en las cercanías fue precisamente la comodidad: por un lado, para ahorrarse la búsqueda de aparcamiento en unas calles visiblemente saturadas de coches; por otra parte, la amplitud de las plazas. Al menos, así lo veía Carlos Carballo, un hombre de 74 años que acudía este lunes a una sesión de rehabilitación: «Polo que vexo, teñen máis espazo que as do aparcamento de arriba, no hospital». Y explicaba que este tipo de estructuras, cuando son ideadas para áreas de atención sanitaria, deben tener en cuenta a las personas con problemas de movilidad: «Para alguén que non sexa capaz de facelo ou necesite de axuda asistencial, é preciso ter amplitude ó saír do coche».