El inconcluso plan del Estado para cerrar las infraestructuras de Lugo

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Solo la autovía Lugo-Santiago estará acabada según las fechas del PITVI 2012-2024

26 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ministerio de Fomento en la etapa del Gobierno de Rajoy diseñó el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024 (PITVI), en base también al plan anterior del Gobierno de Zapatero, que a su vez recogía, en el caso de Galicia, las promesas del ejecutivo de Aznar en el fallido Plan Galicia.

Cuando se diseñó el plan se tuvieron en cuenta una serie de infraestructuras básicas para el desarrollo, a pesar de estar inmersos en una crisis económica. A cinco años de terminar su ejecución ya se puede afirmar que no se cumplirá en su totalidad en la provincia de Lugo y que de nuevo el futuro ejecutivo tendrá que diseñar otro plan en el que va a tener que contar con las obras que están sin terminar, licitar o a día de hoy en en un simple papel.

Pocas actuaciones previstas en el 2012 estarán terminadas en el 2024. Solo la autovía entre Lugo y Santiago, prevista su finalización para el primer semestre del 2022, cumplirá los plazos. También se podría tener mejorada la red ferroviaria entre Lugo y Ourense para poder acceder al AVE de la Meseta, pero es casi imposible que en el 2024 estén hechas las variantes necesarias para reducir los tiempos.

Del resto de actuaciones previstas hay muchas promesas y bastantes quimeras. Entre las primeras el impulso de la A-56 de Lugo a Ourense, con un eterno tramo en obras en Carballedo y algunas licitaciones en la circunvalación de la ciudad de las Burgas. Los presupuestos del Estado de los próximos años definirán y concretarán esta obra, cuyas inversiones quizás irán condicionadas a la finalización de la A-54. También las cuentas que presente el nuevo Gobierno (las actuales son de la época de Montoro) dejarán claro cuándo y cómo se quiere ejecutar la vertebración por autovía del norte y del sur de la provincia, con la A-74 de Barreiros a San Cibrao y la A-76 de Ponferrada a Ourense.

Lo demás son promesas que año tras año se repiten en los papeles oficiales, como la autovía de Monforte a Chantada, la conexión entre Lugo y Pontevedra a través de Lalín o el necesario cierre de la A-8 para unir la A-6 en Guitiriz con la A-54 en Lavacolla, proyecto que año tras año recibe 50.000 euros para estudios.

En proyectos

Por su parte, en materia ferroviaria pocos avances se han llevado a cabo desde el 2012. La finalización el pasado año de la variante de A Pobra de San Xiao y las promesas para mejorar la actual línea entre Lugo y Ourense han sido las únicas noticias. Están en fase administrativa, ya sea en proyecto o en licitación, diferentes actuaciones que harán más competitivo el viaje entre ambas capitales gallegas: la eliminación de los pasos a nivel, la electrificación de la línea, la renovación de la red, las variantes, el túnel de Oural o la consolidación de puentes. Adif contestó en el Congreso a inicios de este año que quería tener para el 2021 la mejora ferroviaria, pero algunos cambios no estarán listos ni para esa fecha ni para el 2024, cuando se termina el citado PITVI. Las obras de las variantes de Os Peares, Canabal y Rubián son de envergadura, así como la solución que se adoptará con el nuevo túnel de Oural.

De la reforma ferroviaria de Lugo a A Coruña o la de Cantábrico, solo hay palabras. Y sobre la mejora de la línea de León a Monforte (corredor atlántico) está en debate, pero sin concreciones.