Felisa Aguiar es enfermera en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense desde el año 1967
26 ago 2019 . Actualizado a las 10:47 h.Ahora que se cumplen cincuenta años de la puesta en marcha de la Residencia Sanitaria, que hoy se conoce como Hospital Universitario de Ourense, me gustaría tener un recuerdo muy especial para todos aquellos que trabajamos y dimos lo mejor de nuestra juventud en el edificio de La Mutua que es el precedente a ese nuevo centro sanitario que se inauguraba en 1969.
La Mutua, era por el nombre que la gente la conocía porque estaba al lado del edificio que albergaba la Mutua General de Seguros, pero en realidad nosotros eramos la residencia que se ocupaba de atender a todos los ourensanos adscritos al seguro obligatorio y que estaba ubicada en la calle del Progreso. En esa década de los sesenta se estaba construyendo en frente el Palacio de Justicia y también existía la Alameda del Crucero que ocupaba el lugar donde hoy está el parque infantil. Recuerdo que una noche de ese año 1969, pocos meses antes de mudarnos a la Residencia Sanitaria, trasladaron sin previo aviso la estatua de Concepción Arenal desde la Alameda hasta su ubicación actual creándose un gran revuelo y un enorme enfado en la ciudad.
Ese edificio de la Mutua tenía cinco alturas de las que nosotros ocupábamos las tres primeras plantas y los pacientes ingresados estaban distribuidos en varias de las habitaciones que se disponían en ellas. En el primer piso estaba la administración con Juan Leite Leite junto al cuarto radiología, varias habitaciones, la cocina y lavandería del centro. En la segunda planta se disponían las camas de cirugía y traumatología junto al quirófano y en la tercera estaba ginecología y obstetricia, el comedor y los dormitorios de las hermanas Franciscanas.
La hora de visita médica solía ser por la mañana cuando los médicos adscritos al seguro pasaban a ver la evolución de los pacientes ingresados operados. Por el quirófano pasaron los doctores Sierra, García, Pardina, Diz Ribadas, Echegoyen, García Valcárcel, Domínguez, Santos Ascarza, Romero o Folla. El doctor Vivancos, fundador del Hospital de Piñor, acudía constantemente a ver a sus pacientes y una mención especial para el doctor Rubén que fue el médico residente con el que contó esa Mutua y al que siempre acudíamos cuando había alguna complicación. Antes de que llegásemos las primeras enfermeras las monjas se ocupaban de ejercer esas labores con la Madre Superiora Rosina como coordinadora de toda la asistencia e intendencia del centro y posteriormente pasarían a ejercer la labor de supervisoras en la nueva Residencia Sanitaria de reciente creación. Yo venía de hacer mi especialidad en el Hospital Marqués de Valdecilla en Santander y me junté en la Mutua con María Luisa, Justa y Fina donde integramos el primer equipo de enfermeras de esa residencia de la calle Progreso.
Éramos una auténtica familia en la que convivíamos intensamente el personal de enfermería, los médicos, administración, celadores, cocina y limpieza, para los que no había horarios ni días festivos, y donde todos hacíamos de todo. Si, eran otros tiempos, donde se puso el germen a lo que hoy llamamos sanidad pública y de la que todos podemos sentirnos orgullosos gracias, en una pequeña medida, a quienes pusimos esos primeros cimientos para que se empezase a construir sobre ellos.
Nos mudamos a la Residencia Nuestra Señora del Cristal en mayo del año 1969 dejando atrás un viejo sistema sanitario e iniciando un nuevo camino con la creación de nuevas especialidades y otro sistema de atención integral al paciente que perdura aún en nuestros días y del que todos mis compañeros y yo hemos sido fieles testigos.
Felisa Aguiar es enfermera en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense desde el año 1967.