Sanear y depurar el río Barbaña exigirá una inversión superior a los 24 millones de euros

p. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Agostiño Iglesias

La superficie afectada por el proyecto asciende a 340 hectáreas

09 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Subdelegación de Gobierno acogió este lunes una reunión para avanzar en la recuperación del río Barbaña, afectado por la contaminación y los vertidos y en fase de estudio para concretar un plan de acción que, según comentó José Antonio Quiroga, presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, «rematará en setembro». Miembros del Concello, la Diputación, alcaldes de San Cibrao das Viñas y Pereiro de Aguiar, así como presidentes de las asociaciones empresariales de los polígonos próximos y de colectivos ecologistas, tomaron parte en la charla, con el camino marcado por una junta previa a finales de enero.

El proyecto contempla la sustitución o nueva construcción de 3,3 kilómetros de colectores de aguas fecales, 16,5 de aguas pluviales, el acondicionamiento de 19 puntos de vertido de aguas pluviales y la adaptación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) existente. Para ello, se baraja una inversión que superará los 24 millones de euros, financiados a través de los Fondos FEDER.

Emilio González, subdelegado del Gobierno en Ourense, valoró la reunión del lunes como «bastante fructífera» para poner en común a las distintas Administraciones participantes y expuso que «lo que se intenta conseguir no es solo proponer infraestructura, sino crear conciencia». Quiroga, por su parte, aludió a la recta final antes de pasar a la fase ejecutiva: «Isto é un problema case que do menú do día de todos os ourensáns, así que a preocupación é grande. O estudo está a piques de rematar». Asimismo, comentó las particularidades de origen de los vertidos, aludiendo a que habrá una serie de medidas para frenarlos, sean provocados por particulares o procedentes de zonas industriales. Tras la información obtenida y la toma de datos, desde la Confederación Hidrográfica calculan que la superficie afectada por el proyecto asciende a 340 hectáreas.

Xosé Santos, integrante de la plataforma Ríos Limpos, fue contundente al exponer que «aquel que contamina, ten que pagar e tamén que recuperar». «As Administracións públicas teñen que poñerse as pilas coa súa responsabilidade no saneamento e depuración de augas residuais, achegando políticas que aporten solucións verdadeiras», advirtió. Santos aludió a la presencia de varios puntos negros en el Miño, a una escombrera en los márgenes del Barbaña y a un vertido en el polígono de Barreiros que, pese a haber sido denunciado recientemente en el juzgado, sigue activo. «É unha mágoa non ter en Ourense ríos saneados e con calidade de auga nunha cidade referente no termalismo europeo», lamentó.