Baltar, en manos de Jácome

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE CIUDAD

«Más allá de programas o de sintonías políticas lo que les une es el interés de Baltar y Jácome por conseguir sus objetivos personales de estar en el sillón de Diputación y Concello»

23 jun 2019 . Actualizado a las 09:20 h.

Gonzalo Pérez Jácome cumplió una semana como alcalde. Y, desde luego, nadie podrá reprocharle que haya perdido su esencia. Desde el minuto uno en que tomó posesión mantuvo su estilo personal al frente del Concello de Ourense. De puertas para adentro no sabemos lo que se ha cocido, pero de puertas hacia afuera lo que se ha trasladado es un par de encontronazos televisivos que pusieron a Ourense en el mapa nacional (a veces casi es mejor pasar desapercibido), una multa por aparcar mal y varias decisiones encaminadas a poner orden en materia de personal. ¿Y el PP, su socio de gobierno? Pues, de momento apenas nada. Ahora que sabemos que Jesús Vázquez se va pero a la vez se queda, Jorge Pumar se hará con las riendas y será el teniente de alcalde de Jácome. Son dos personas cuya sintonía personal me consta que no es mala. Sin embargo, hará falta mucho más que eso para reparar las heridas del pasado. No podemos olvidar que hasta hace poco Gonzalo Jácome insultaba a diestro y siniestro a gran parte de los ediles del PP que ahora forman parte de su gobierno. Sí, los mismos que miraron hacia otro lado el sábado, 15 de junio, para llevar a Jácome a la alcaldía a cambio de que Baltar siguiera en la poltrona de la Diputación. Y es que ese es el principal nexo de unión entre ambos partidos. Más allá de programas o de sintonías políticas lo que les une es el interés de Baltar y Jácome por conseguir sus objetivos personales de estar en el sillón de Diputación y Concello. Son ambiciones legítimas, pero uno se pregunta si todo vale en política. Ellos ya han respondido por mí, pero deben de tener claro que desde el 15 de junio los éxitos y fracasos de uno y otro estarán ligados de forma impepinable. Es decir, si Jácome es capaz de hacer el parque acuático, los ascensores, aprobar los presupuestos, sacar el PXOM -sin pelotazos, por supuesto- será en gran medida gracias a Baltar que supo ver en él al gestor que necesitaba esta ciudad. Pero si por el contrario, Jácome fracasa, Baltar también fracasará. Y viceversa, claro.