El expediente Bacabú

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Santi M. Amil

La efervescencia cromática del grupo Bacabú, en el Centro Marcos Valcárcel

17 jun 2019 . Actualizado a las 08:00 h.

La directora de Sumarte, coordinadora y comisaria de la muestra, Cristina Carballedo, y el centro cultural Marcos Valcárcel presentan, por primera vez en Ourense, la extraordinaria obra del grupo Bacabú. Está integrado por cinco famosos artistas lucenses que decidieron abrir una sala de exposiciones entre los años 1998 y 2002 y que supuso el punto de encuentro con el arte contemporáneo más representativo. Fue entonces cuando los artistas: Quique Bordell, Santiago Catalán, Jorge Espiral, Honorio y Xermán Refojo deciden iniciar una trayectoria plástica como colectivo artístico.

La obra de Quique Bordell se experimenta como un espectáculo emocionante. El movimiento, la integración de los distintos lenguajes, la multiplicación de los estímulos, la rabiosa modernidad que estructura la obra y delimita un espacio sin referencias contextuales, refuerza la bidimensionalidad del soporte, proyectando hacia el espectadora las formas figurativas. La niña resulta una obra total, tanto por el vigor con el que se resuelve la marca iconográfica como en el espléndido trabajo de las texturas de una «cocina de la pintura» que subraya el conocimiento técnico de los materiales y la incorporación de una caligrafía personal y contemporánea. Rechazo a la mímesis o imitación y una defensa de la creación como libertad, ironía, contradicción y transgresión con una renovación del lenguaje expresivo y el soberbio pulso gestual de la imagen que aglutina distintas vanguardias. Porque el sorprendente Quique Bordell, Piantao, Enrique Vila o Doctor Fanstroll es un creador múltiple que a través de cada una de sus personalidades puede ser experimental o pop, clásico o underground, dadaísta, criminal y patafísico, inclasificable y genial, azote de la creciente cretinización de las masas.

La facetada figuración de Jorge Espiral coagula en la plenitud de la forma y el vitalismo que se define como una pintura de volúmenes a través de una pincelada plana y constructiva. Una simplificación estética que remite a la descomposición de las formas de Cezànne a través de sus módulos fundamentales: esfera, cono y cilindro y hace visible un conocimiento del objeto y de la técnica que revisa desde una mirada propia que remite al cubismo y es dinámica y figurativa. La articulación de los planos estructura la arquitectura de la obra. Lo animado se fusiona con lo inanimado deformándose en una superficie que falsea la línea de horizonte como una destrucción de la perspectiva renacentista. Ironía e ingenio. Figuras extraídas sin la palpitación atmosférica de la naturaleza planteando «un dibujo en el espacio» como la escultura estructural de Julio González. El artista y galerista de una de las salas más reputada de Lugo, la galería Catedral, experimenta a través del clasicismo sólido de la vanguardia analítica y juega aproximándose a la nueva figuración. La potencia expresiva de sus bodegones humanizados se convierten en familias con la apropiación de elementos como la conocida botella de Tío Pepe y el redescubrimiento de una naturaleza viva cosificada y humana paradójicamente que en su efecto narrativo remite al cómic dando una nueva identidad a los objetos y sus usos. Toreros que en su impasible bonhomía remiten al looser y a Ceesepe, así; sus toreros se planifican sobre viñetas, son fotogramas de un contexto narrativo.

Xermán Refojo es un maestro que traslada la ironía al lienzo descontextualizando la parte por un todo compositivo a través de un efervescente lenguaje pop inspirado en Peter Philips en la integración de elementos propios de la cultura popular, ilustraciones, fotografías en una ordenación simétrica y descentrada inspirada en los altares medievales y la abstracción geométrica, una figuración clara en el desarrollo del concepto y el uso del folklore como Peter Blacket o Jorge Agra. Garabatismo informal dialoga con el soberbio uso del color, el ingenio de los títulos y el equilibrio clásico de sus composiciones.

La obra de Santiago Catalán remite a los catálogos de especies decimonónicos. Una soberbia elegancia en la integración de las formas en movimiento de gran soltura plástica que remite al mundo de la biología de lo orgánico a través de una sorprendente caligrafía que pone voz al clamor del aleteo de sus sublimes pájaros insecto. Honorio plantea un lenguaje escultórico a través de la deconstrucción de las formas figurativas. El cuerpo es protagonista de su análisis en Bañistas reflexionando desde la mirada contemporánea sobre el volumen, equilibrio y clasicismo de Faíde, Moore o Rosso.