El líder socialista apela a los grupos para «restaurar a decencia» en la institución municipal
15 jun 2019 . Actualizado a las 20:16 h.Entre los aplausos y los vítores a Rafael Rodríguez Villarino como virtual alcalde de Ourense de la noche del 26 de mayo en la sede socialista a la frustración del pleno de investidura del 15 de junio hay tan solo veinte días de diferencia, pero al líder socialista en la capital le habrán parecido un mundo. Del sillón de mando a las bancadas de la oposición tras el acuerdo entre Baltar y Jácome para repartirse el control de la Diputación y el Concello de Ourense. «Estamos ante un dos días máis tristes para a cidade de Ourense. O alcalde de peor nivel que ten tido esta corporación accede a dar un discurso improvisado basado en si mesmo. Non falou da cidade, por que non ten nada do que falar. Foi o máis cutre que escoitei na miña vida. Esta cidade merece algo mellor», señaló al tiempo que llamó la atención sobre el hecho de que Jácome hablara de «unhas escaleiras mecánicas» en su discurso de investidura.
Los dardos de Villarino, además de Jácome, tuvieron otro destinatario claro, el Partido Popular y su líder provincial José Manuel Baltar: «Enfronte estaba o Partido Popular rendindo armas. Non aplaudiron porque estaban avergoñados, rendidos ao baltarismo que pode manter todos os seus chiringuitos».
En clave de futuro, el portavoz socialista pidió a los grupos políticos con representación en el Concello de Ourense restaurar «a decencia e os proxectos de cidade, que necesita de dirixentes honestos e que non vivan para tapar todo aquilo que denunciaron. (Jácome) Enganou a todo o mundo».
Antes de esas declaraciones, Rodríguez Villarino ya dejó claro que no iba a pasar de puntillas por la investidura de Gonzalo Jácome, gracias a los votos de los siete concejales del Partido Popular en Ourense. En el momento de prometer el cargo -fórmula por la que optaron todos los ediles socialistas en lugar de la opción de jurar- indicó: «Prometo loitar pola rexeneración política e pola dignidade da cidade de Ourense».