Ourense es la única ciudad que mantiene la incógnita sobre su futuro alcalde a solo 24 horas

m. ascón / x. m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Agostiño Iglesias

Baltar hace borrón y cuenta nueva con Jácome en busca del pacto

14 jun 2019 . Actualizado a las 15:34 h.

Cuando quedan apenas 24 horas para que se celebren los plenos de investidura, Ourense es ya la única ciudad gallega que aún no sabe quién será su alcalde a partir de este sábado. Gonzalo Pérez Jácome es la llave y trata de conseguir que el PP o el PSOE le den la alcaldía, pero por ahora no hay nada decidido y el líder de Democracia Ourensana no descarta pasar la noche del viernes «en vela» tratando de cerrar un acuerdo con unos u otros.

La Diputación es una pieza clave y su presidente, José Manuel Baltar, no descartó la posibilidad de ofrecer el puesto de alcalde a Jácome a cambio de recibir su apoyo para seguir él en su cargo. Según aseguró, es «máis partidario de gobernos en coalición que de gobernos en minoría». Preguntado por las críticas e insultos que Jácome le dirigió durante los últimos cuatro años, Baltar dijo que tras las elecciones del 26M se abrió un nuevo escenario. «A política con maiúsculas se constrúe pensando en qué cousas positivas podes aportar e non en historias pasadas», aseguró Baltar, que contrapuso la actitud de Democracia Ourensana con los «vetos» de Ciudadanos (el partido naranja exigió la renuncia del actual presidente).

Por otra parte, dirigentes del PSOE celebraron hasta el cierre de esta edición varias reuniones con la intención de decidir si dan o no la alcaldía a Jácome, también a cambio de su apoyo en la Diputación. Este asunto generó un intenso debate, pero horas antes Gonzalo Caballero insistió en O Carballiño en que los ciudadanos de Ourense votaron a favor de un cambio de gobierno, confiando al PSOE y a Rafael Rodríguez Villarino la tarea de «liderar» un gobierno de progreso que saque a la ciudad de la desastrosa situación en la que ha dejado el PP, dijo. Para el secretario xeral de los socialistas gallegos no es viable otro escenario que no sea el de un gobierno progresista, recordando además que no tenía visos de realidad pensar en que se convierta en alcalde de Ourense una persona que hace unos días sacaba un robot a la calle para pedir la marcha de Baltar.