«No da tiempo, es mucho temario»

Cándida Andaluz Corujo
Cándida Andaluz LA VOZ / OURENSE

OURENSE CIUDAD

La biblioteca de Ourense es frecuentada estos días por opositores que preparan los exámenes
La biblioteca de Ourense es frecuentada estos días por opositores que preparan los exámenes Santi M. Amil

Los opositores afrontan los últimos días de preparación de los exámenes con nervios pero esperanzados

10 jun 2019 . Actualizado a las 08:16 h.

La biblioteca pública de Ourense se ha convertido estos días en un centro para la preparación de oposiciones, sobre todo en el horario matutino. Apuntes, libros, rotuladores de varios colores y sobre todo concentración y silencio inundan sus salas. Pablo Sánchez, Miguel Freire, Raquel Novoa y David Losada comparten espacio de estudio, aunque no se conocen.

Pablo es becario en la biblioteca ourensana, tarea que ahora compagina con la preparación de las oposiciones de Educación para ser profesor de Geografía e Historia. Tiene 28 años y no es la primera vez que se presenta. Es la tercera y, espera, que la vencida. «Agora mesmo é o máis importante para min porque significaría poder conseguir o traballo para o que estudei e me preparo». Acabó sus estudios en el 2014 y durante este tiempo ha tenido trabajos temporales en diferentes talleres. Su opción ha sido estudiar por su cuenta ampliando los temarios. Y sobre su experiencia anterior afirma: «As probas parecéronme sinxelas para unha persoa que vaia ben preparada. Eu non tiven tempo antes, pero creo que este ano vou mellor preparado. Ademais, coa experiencia perdes nervios e tes máis confianza en ti mesmo».

Para Miguel Freire, de 29 años, es la primera vez. Opta a alguna de las plazas de Educación Física. «Intentei presentarme anteriormente, pero en Ourense non hai moitas academias que preparen». Miguel señala que aunque empieza a estar nervioso tiene ganas de que lleguen cuando antes: «Escoitas cousas doutros anos e meten medo. Pero penso que se o preparas ben non hai problema». Durante este tiempo, Miguel trabajó en empresas relacionadas con la actividad física, pero no en el marco de la educación reglada. «Creo que poder ser mestre é máis gratificante persoalmente e economicamente máis estable. O noso traballo no sector deportivo é demasiado precario e non está regulado. Hai moita xente con cursos traballando como se tivese carreira», señala. Ahora mismo, dice, se trata de repasar. Afirma que a la primera parte del examen es a la que tiene más miedo y no entiende que se hayan convocado solo 40 plazas para Educación Física y, por ejemplo, haya 80 para Francés. Y tanto Miguel como Pablo destacan la necesidad de que, cuanto antes, los interinos dejen de tener prioridades y se unifiquen las listas. «É o que queremos, porque é algo que queima moito ós demais. É importante que o modelo de oposición cambie porque, por exemplo, pódenme preguntar a min sobre a ITV dun autobús, sendo eu profesor de Educación Física», señala.

Raquel Nóvoa también ha elegido la biblioteca para prepararse. Tiene 25 años y se presenta a la especialidad de Primaria por segundo año: «En realidad es como si fuera la primera porque el año pasado no lo preparé bien». Compagina los estudios con el trabajo en un colegio concertado de Ourense. «Mi idea desde el principio fue opositar y aprobarlas. Y ya sacar plaza sería... Hice cálculos y creo que de cada doce saldría una plaza», explica. Afirma que es importante organizarse y, en su caso, ha elegido ir a una academia. «Este año no tengo muchas esperanzas, pero no deja de ser algo que veo a largo plazo», señala. Raquel relata que en el caso de las oposiciones a Educación no se trata solo de estudiar sino que es necesario hacer mucho trabajo previo que hay que presentar y que «lleva demasiado tiempo hacerlo», aspecto que comparten los otros opositores

David Losada se presenta a Educación Primaria en la rama de Audición y Lenguaje. Tiene 24 años y esta es la primera vez. «Esto es una montaña rusa. Hay días de mucho agobio y otros de tranquilidad. Ahora que se acerca la fecha te das cuenta de que no da tiempo a todo. Es mucho temario», señala. En su caso se ofertan 100 plazas. Un número, afirma, demasiado alto este año. «Mucha gente dice que además de estudiar hay que tener suerte. La esperanza no se pierde, claro», dice. Su rama, afirma, no es demasiado demandada en la educación privada, por lo que opositar es casi una necesidad y , en su caso, tiene una preparadora que le ayuda. No quieren perder ni un minuto de estudio, de repaso. Y antes de volver a inclinar la cabeza hacia los folios se dicen «¡Que tengáis suerte!».