Las mujeres ganan presencia en las bodegas del Ribeiro

m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Las féminas ganan visibilidad en el sector vitivinícola

06 jun 2019 . Actualizado a las 15:02 h.

La mujer siempre estuvo, sigue estando y estará en las viñas y en el sector vitivinícola, dijo Susana López Abelleira, secretaria xeral de Igualdade, al presentar a las tres protagonistas de la jornada en la Semana Vitivinícola de Galicia. Pero ahora su presencia es más visible, como empresarias y bodegueras que sacan adelante sus vinos. Los asistentes pudieron conocer las experiencias de tres colleiteiras del Ribeiro: Xulia Mar Bande Pívida, Mónica Albor López e Iria Otero Mazoy. Las tres tienen sus propios vinos.

Xulia Bande heredó de su abuelo el amor por las viñas. Comenzó, hace 31 años, gestionando una empresa de servicios integrales para la viticultura. «Aquí, por ser muller supoño, non se me abriron as portas e tiven que saír fóra, as Rías Baixas ou ao Salnés», recuerda. Hoy también tiene trabajo de sobra en Ourense, valora, porque si antes a las mujeres se las echaba para atrás, ahora se las empuja a emprender, dijo.

«Facer eu un viño que valera a pena era a asignatura pendente. Dixen que se lle dedicaría o viño ao meu avó e por iso se chama Son de Arrieiro; quería facer un viño como o que el facía. Botei 17 anos con este proxecto, facendo ensaios e probas, recuperando variedades. No 2015 quitei o primeiro viño», rememora la bodeguera radicada en Leiro.

Mónica Albor comenzó en el 2016 a llevar la bodega de la familia, en Coedo (Cenlle) después de que su padre se jubilase. «Fixen un cambio de imaxe da botella, da etiqueta e de marca. Á xente gústalle. Niso estou, pouco a pouco, aprendendo del e do noso enólogo. Para min este mundo do viño aínda é novo», relata. Desde que tomó las riendas está buscando ampliar mercados.

Iria Otero volvió al Ribeiro, a Leiro, hace un año después de haber estado trabajando en bodegas de España y de llevar en el sector desde el año 2002. Empezó en las Rías Baixas haciendo un vino y el año pasado montó su bodega en el Ribeiro. «Foi unha decisión familiar, conciliando proxecto e familia. Estou moi contenta. Que a muller produza viño normaliza a realidade da sociedade e o que sempre estivo aí», sostiene.