La acusada de un rapto en Ourense dice que no estuvo allí y que solo venía de niña a pasar las vacaciones

Marta Vázquez Fernández
m. vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La víctima la reconoció, pero la defensa dice que no hay pruebas y pide la absolución

05 jun 2019 . Actualizado a las 12:42 h.

Ni estuvo en Ourense ese día, ni tuvo nada que ver en los hechos de los que se le acusa. Eva María A. O. se sentó este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial para responder por los delitos de detención ilegal y robo con intimidación que le imputa el fiscal. La mujer, residente en Toledo, aseguró ante el tribunal que nada tiene que ver con la denuncia efectuada en junio del 2015 por una ourensana, que dijo que dos personas la habían metido en un coche y, tras retenerla durante dos horas y amenazarla, consiguieron que fuera al banco y les entregara 3.000 euros. Según la víctima una de esas dos personas habría sido la acusada, a la que reconoció primero en comisaría, luego en una rueda de reconocimiento y, durante la vista oral, por tercera vez. «Es ella», dijo sin dudarlo un momento.

Pero la imputada lo rechaza. «No tengo ni idea de porqué me acusan», dijo a preguntas de la fiscala, asegurando que conoce Galicia únicamente porque cuando era pequeña venía con su familia. «He estado de vacaciones», dijo. Eso sí, la representante del ministerio público le preguntó por una requisitoria de un juzgado de Vigo, por una presunta estafa, y ella se defendió. «No tengo antecedentes, pero he tenido varios juicios en los últimos meses porque me han denunciado falsamente, pero de todos he salido absuelta», aclaró. Sí reconoció que en una ocasión la condenaron por hurto. «Robé comida para mis hijos en un supermercado, por valor de 19,90 euros», afirmó, insistiendo en que ni conoce a la denunciante ni sabe la razón por la que esta le atribuye la culpabilidad. «Llevo 20 años en Toledo», dijo, explicando además que no se puede mover de esa ciudad debido a que su hija tiene espina bífida y debe ocuparse personalmente de ella. También su otro hijo tiene problemas médicos y debe ocuparse de él, alegó.

A preguntas de su letrado, aseguró la acusada que «esto es un error» e incidió en las denuncias que ha sufrido, la última hace unos meses, cuando la arrestaron a las puertas del colegio de su hija, según ella por error. «No sé si tengo una mano negra, pero ahora me hago fotos a diario para poder establecer mi geolocalización y evitar estas cosas».

Protegida por una mampara, la víctima de los hechos relató al tribunal que a mediodía del 23 de junio del 2015 salía de un cajero de la avenida de la Habana de la capital cuando fue abordada por dos desconocidos, un hombre y una mujer. «Me llevaron a la fuerza a un coche y me metieron en la parte de atrás. Conmigo se sentó una señora con pelo rubio», relató. Contó además que estuvo dos hora dentro del coche, siempre en movimiento, y que durante ese tiempo fue amenazada con que le meterían la cabeza en una bolsa de plástico. «Querían que hiciera lo que ellos me pidieran y me dijeron que si no harían daño a mi familia», explicó. Tras convencerla, bajo esas coacciones, para que fuese a su oficina bancaria y sacara tres mil euros en efectivo, la mujer se acercó hasta el banco y sacó el dinero, que entregó a los secuestradores. Luego estos la llevaron a un descampado de los alrededores de la ciudad y la dejaron allí. Ella fue a denunciar los hechos a la comisaría al día siguiente.

Para la fiscal este reconocimiento es prueba para acreditar la culpabilidad de la acusada, de la que dijo que «falta a la verdad». Aseguró también que Eva María no ha aportado pruebas de que el día de autos estaba con sus hijos, y no en Ourense. Esta parte solicita seis años y medio de cárcel.

La defensa, por su parte, puso en duda la declaración de la víctima y dijo que la descripción que hizo en su día de su captora no coincide con las características físicas de la acusada. «Puede que la víctima esté convencida de que es ella, pero otra cosa es que lo sea». Calificó el caso como «un grave error» y recordó que no hay más prueba que la declaración de la denunciante. «Solicitamos que sea absuelta porque no pudo cometer el robo, no pudo hacerlo porque no tenía tiempo, tenía que cuidar a sus hijos en Toledo», dijo el letrado.