De dioses y de hombres

Tareixa Taboada OURENSE

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Loreto Santaella expone una colección entre lo divino y lo humano en la Galería Visol

20 may 2019 . Actualizado a las 18:45 h.

La galería de arte Visol presenta la exposición Humano y divino de Loreto Santaella. Colección marcada por la elegancia y sofisticación que aporta a la obra tras una estricta planificación del proyecto a través de fuentes historiográfico-artísticas y mitológicas que integra a la narración cuyo significado e intención subraya a través del código que subyace en el lenguaje de las flores.

La manera de hacer de Santaella se puede definir dentro de uno de los pares de binomios aparadigmáticos del arte contemporáneo que paradójicamente enfrenta, por una parte, la sofisticación de la forma figurativa con estilizaciones propias de la caligrafía personal de la artista a través de una acción reflexiva con el tiempo y el mito como otros elementos a modelar, y una ecualización de colores y dinámicas efervescentes en el equilibrio de tensiones, planos y desencuentros en los aspectos conceptuales del arte abstracto.

Brillos, texturas y efectos sensoriales y simbólicos. Secretos ocultos tras las flores con delicadeza e ironía a partes iguales.

Loreto Santaella es una artista bicéfala con una expresión del arte en femenino con mayúsculas.

El preciosismo estético aflora sobre el análisis del mito en el esplendor de la pincelada y con notables referencias prerrafaelistas que se centran en la belleza, armonía y complejidad de los elementos naturales; paradojas emocionales como en la Ofelia de Milláis y un dibujo preciso, manejo maestro de la pincelada suelta no empastada y una perfecta temperatura de color con una paleta adulterada en el artificio de las carnaciones de artificio magnético, síntesis de sofisticada maestría y sensibilidad.

Modernismo revisado en una figuración que aun siendo dulcificada mantiene la tensión de un expresionismo inquietante. El diálogo entre el mito y las flores en su valor simbólico se aprecia en la sorprendente interpretación de Adonis y Afrodita, soberbia anacronía del mito trasladado al mundo contemporáneo que revisa el lienzo de Tiziano Venus y Adonis.

Al morir Adonis embestido por un jabalí brotan del suelo las anémonas y de la sangre de Afrodita, herida de amor, los adonis. Hebe, la hija de Zeus y Hera, encargada de servir a los dioses la ambrosía que los libera de la vejez y la muerte, personifica la juventud a través de la inocencia de su mirada, el brillo de las carnaciones artificiales, edulcoradas y destelleantes como las de Mel Ramos; con una pincelada suelta resuelve el tratamiento de los metales.

En Calambur de Quevedo su esposo, Telvi, le ofrece que escoja entre amor verdadero y pasión a través del color de las rosas. Cabe destacar el recurso estilístico que Santaella utiliza con un claro desenfoque del fondo que altera la perspectiva acelerada difuminando o prescindiendo de él -Hera- como un espacio neutro que aproxima la figura al espectador.

Este mismo efecto de fondo con contornos difuminados y cierto desenfoque expresivo se advierte en Pandora, Dríade y Alseide, autorretrato de la artista.

Resulta espectacular el tratamiento de los detalles que se integran en el todo de la obra, pestañas, maquillaje, peinetas y pocchiri de las Maiko etapa anterior a Geisha y en Hamadriade.

Hades convierte a Perséfone en diosa y reina del mundo de los muertos, Santaella describe este panteón a través de los relieves de la Catedral Nueva de Vitoria: Las almas difuntas y el demonio acompañadas por las famosas gárgolas de Notre Dame.

Actualmente existe la teoría que argumenta el culto a Proserpina, Perséfone desde la antigüedad del neolítico y cultura minoica, se ha relacionado con Ariadna e identificado con la misteriosa señora del laberinto de Cnosos y constituye el mito de la primavera condenada a su fidelidad en forma de seis semillas de granada a Hades. Santaella revive en sus óleos barrocos y neoclásicos, nimbados de expresionismo y manierismo, los retratos de Támara de Lempicka con una subrayada sensualidad sáfica y ornamental. Arte en una hebra de seda como los híbridos de Pae White, son los expresivos abstractos de Santaella. Formas de disolución y transición representadas por la fragilidad de una sutil tela de araña y la fuerza de un sedal.

Los planos de intersección se organizan geométricamente en un espacio dominado por el ajedrezado bícromo y las dinámicas ondulantes se ven sesgadas por una tangente dramática. Sus armonías abstractas contienen el ritmo frenético del impulso creativo de una perspectiva acelerada que potencia lo temperamental y emocional donde facetas y planos marcan el equilibrio y las líneas onduladas inestabilidad y vértigo.