El paseo termal encaja el golpe del incendio de A Chavasqueira

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El Miño y sus pozas son los principales reclamos de vecinos y turistas a pesar del fuego que destruyó varias pozas

02 may 2019 . Actualizado a las 08:14 h.

Hace una semana que la ciudad de Ourense se levantó con la noticia de la desaparición del recinto termal de A Chavasqueira después de que un incendio lo calcinara por completo. Horas después ya había gente disfrutando de las pozas públicas de este lugar y otros muchos del paseo fluvial del Miño mientras la policía científica sigue con las pesquisas para conocer las causas del fuego y el Concello inicia los trámite para levantar de nuevo este referente.

A pesar de tod, la oferta termal de Miño sigue siendo un especial atractivo para los turistas y un lugar de ocio para los ourensanos. Siguiendo el curso del río, todavía quedan restos del balneario viejo, bajo el puente por donde transcurre parte de la senda. Hay muchas personas, sobre todo vecinos de la zona, que acuden a diario a este lugar para aprovecharse de sus aguas, que más abajo llegan a O Tinteiro. Un lugar escondido, casi olvidado y en ruinas, que visitan principalmente ourensanos de forma puntual. No para pasar una tarde, sino para recoger agua en bidones o lavarse cara y cuerpo en una pequeña pileta de piedra donde caben como mucho cinco personas de pie.

Si se sigue el paseo verde, la siguiente cita es O Tinteiro. Allí muchos aprovechan para descansar y sacar agua del pozo, ya que hace tiempo que no funcionan los grifos que son especiales para el tratamiento de los pies. El siguiente reclamo es el Muíño da Veiga, principal víctima de las crecidas del Miño. Esta semana han estado prácticamente inundadas de agua y no ha sido posible su disfrute. Sin embargo, muchos caminantes se paran un rato en este espacio para observar la grandeza del río. Para algunos, los más inconscientes, no es excusa, aunque las aguas estén totalmente llenas de lodo. Cuando el Miño lo permite, este lugar es ideal por la amplitud de las pozas.

La joya de la corona, tras la desaparición del recinto de A Chavasqueira, llega varios metros después. Es Outariz. Entrar en la zona pirvada es ahora más difícil, por ser oferta única. Pero las públicas en perfecto estado, se han convertido en el referente. Una zona perfectamente acondicionada aunque con las casetas cerradas a excepción de los vestuarios y los baños. Allí llega el tren de As Termas que desde la praza Maior acerca a decenas de turistas. Es parada de llegada y salida. Al otro lado del río, el aparcamiento. Tanto de coches como de caravanas. E incluso el arcén, párking improvisado de los que no quieren andar demasiado. Al proseguir el tramo de camino a Untes, la carretera se corta. Lleva varios años esperando la resolución de un conflicto de tierras que frena la expansión.

A lo largo de todo el paseo, los senderos necesitan de un acondicionamiento continuo. Y se nota. La hierba crece en exceso en algunos puntos y no se ve más vigilancia que la de los padres que miran a sus hijos. Algunas pintadas, escasez de papeleras o carteles de obras de la administración caducas afean este reclamo.