«Cuando vi la foto se me vino el mundo encima», cuenta la madre del joven muerto en el canal del Viñao

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

Constanza Paula Boghiu se despidió de su hijo en la noche del viernes y le dio 5 euros. No volvió a verlo

27 abr 2019 . Actualizado a las 19:22 h.

Constanza Paula Boghiu protagonizó uno de los momentos más emotivos del juicio por el crimen de A Esmorga que desde el martes se celebra en la Audiencia provincial de Ourense. La noche del 19 de diciembre del 2014 se despidió de su hijo con un beso pero no sabía que sería el último. Era viernes, él iba a salir con unos amigos y ella le dio cinco euros. Nunca más volvió a verlo con vida. El sábado por la mañana, cuando no lo vio en casa, salió a buscarlo por los bares de O Carballiño porque no era habitual que desapareciera sin avisar. Luego, con su otro hijo, fueron al cuartel. «Nunca se había metido en peleas ni había tenido problemas. Era un joven sociable, alegre, respetuoso, era muy pacífico», relató la mujer a preguntas de la fiscala, asegurando también que nunca lo había visto consumir drogas. «Cuando me enseñaron la foto del cuerpo que habían encontrado en el embalse se me vino el mundo encima», recordó entre sollozos aunque sin perder la entereza.

También contó que en una ocasión se encontró a uno de los acusados, Óscar, cuando este salía del gimnasio. «Lo vi tan pancho que me dio rabia y me fui detrás de él, y él me dijo que no había matado a mi hijo», explicó, asegurando que ni este ni el otro acusado le han pedido nunca perdón por lo ocurrido. Para ella, y dado que su hijo no llevaba más que cinco euros aquella noche, fueron los acusados quienes le dieron bebida y droga. «¿Cómo un padre de tres hijos le da alcohol y drogas a un chico de 22 años?», se preguntó la mujer en la sala de vistas. El hermano de la víctima, Andrei, ratificó también que su hermano no consumía estupefacientes -los análisis tras la muerte evidenciaron que aquella noche sí lo hizo- y recordó que era un joven con muchas ilusiones, que quería ir a la universidad. «Era amable y cariñoso; más que un hermano para mí», dijo.

Antes de entrar en la sala de vistas la madre de Alexandru aseguró no tener dudas de que los dos acusados fueron los responsables de la muerte de su hijo. «No tuvieron piedad, lo tiraron como un perro en el canal y ni siquiera le dieron una mano para ayudarle», dijo. Espera que en este juicio «se haga justicia» y recordó el dolor que supone para ella «tener que verlos por la calle».