«Soy un friki de la ciudad de Ourense»

María Doallo Freire
María DOALLO OURENSE

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Fernardo Valcárcel publica el libro «Gran Hotel Roma» tras más de siete años de investigación

27 abr 2019 . Actualizado a las 10:32 h.

Fernando Valcárcel trabaja en el Archivo Municipal de Ourense y es un enamorado de la ciudad. Especialmente en el aspecto histórico que inunda las calles, los edificios y los monumentos de la capital. Por ello, ha estado más de siete años investigando hasta publicar Gran Hotel Roma, un libro sobre los recuerdos y entresijos del emblemático hotel.

-¿En qué consiste el libro?

-Pues es un libro coral, yo soy la cara visible del proyecto pero hay 35 personas detrás de él. Hay gente que volcó su sapiencia en las páginas del libro, otra que dejó fotografías, otra que aportó información y hay personas que acudieron a hemerotecas, a archivos y a museos para desengranar los secretos del Hotel Roma.

-¿Qué fue el Hotel Roma para Ourense?

-El hotel estaba donde hoy se encuentran las Galerías Roma, precisamente a él deben su nombre. Fue un referente de la vida social y cultural de la ciudad y acabó siendo víctima de la piqueta en el año 1970.

-Entonces, podríamos decir que se trata de un libro histórico.

-Sí y además es superveraz. Es un libro muy riguroso porque lo acompañan artículos de gente que está muy relacionada con el hotel, cada uno en su tema. Tenemos la colaboración de personas como Ana Malingre, que da el punto de vista de la Fundación Malingre; también de Arturo Rodríguez Vispo para hablar de cómo los muebles de su familia vistieron las salas principales del Hotel Roma en dos ocasiones; Paco Boluda, que es la cabeza visible de Carrileiros Foula, cuenta la relación con el ferrocarril; y Xosé Lois Carrión para hablar del acto de despedida a Celso Emilio Ferreiro antes de huir a Venezuela, en el que estuvo presente su abuelo. Hemos conseguido muchísima documentación, incluso originales, e historias contadas en primera persona por los descendientes de los que vivieron los años del Hotel Roma.

-¿Porqué emprendió un proyecto como este?

-Pues todo surgió en una conversación de bar, como surgen las mejores ideas, hace unos ocho años. Esa charla entre amigos nos llevó al Ourense de los años veinte, a los edificios significativos de la ciudad y, como no podía ser de otra manera, apareció en nuestras mentes el Hotel Roma. Sobre este emblemático edificio había muy poco publicado, solo sobre las tertulias que en él se llevaban a cabo, así que nos dimos cuenta de que estaba todo por hacer. En cuanto comencé a trabajar sobre el tema, empezaron a nacer necesidades y huecos y ahí comencé a llamar a amigos porque me di cuenta de que ellos eran los que sabían y tenían que colaborar con este proyecto.

-¿Cómo compagina su vida y su trabajo de funcionario con esta otra faceta?

-Sobre todo invirtiendo muchísimo tiempo y esfuerzo. Le quito horas a dormir y se las doy a este tipo de proyectos porque me ilusionan y me recompensan muchísimo. Tengo dos niños pequeños con los que también quiero pasar tiempo, así que espero a que se duerman y entonces empiezo a trabajar yo. Además de que tengo que reconocer que siempre me he encontrado con puertas abiertas, la gente a la que he recurrido en estos años, ha colaborado con creces y eso también es una suerte.

-¿Cuál es el siguiente paso?

-Pues ahora mismo estoy metido en un proyecto con el infografista Carlos Paz Lorenzo que consistirá en levantar una serie de cuadernillos históricos de distintos puntos de Ourense, como la calle del Progreso y un montón de sitios más. Pero mi vida siempre es un no parar, yo tengo esa enfermedad en el cuerpo que consiste en necesitar estar haciendo algo todo el rato.

-¿Porqué hay que comprar «Gran Hotel Roma»?

-Es un libro necesario y urgente, porque nos traslada a un pasado suntuoso de una ciudad desconocida y además va a ayudar a valorizar la ciudad y a hacernos sentir orgullosos de ser ourensanos. Es un viaje delicioso a unos años recientes que están olvidados. Yo tengo un amor por Ourense que es extremo e incondicional, soy un friki de mi ciudad y disfruto haciendo lo que hago. No quiero que el libro se venda, me interesa más que la gente lo lea y que lo comparta. Ya está en bibliotecas, en museos y en archivos.