La procesión del desplante cerró la Semana Santa

La Voz OURENSE

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El obispo, Leonardo Lemos Montanet, ofició la misa del Domingo de Resurreccion en la Catedral y presidió el tradicional desplante a la entrada de la imagen de Santa María Nai en lo alto de la escalinata del templo

22 abr 2019 . Actualizado a las 08:05 h.

La mañana del Domingo de Resurrección tiene un cariz especial, por lo distinto, en Ourense. Cada año, la imagen de Santa María Nai realiza su tradicional recorrido de la iglesia que tiene su titularidad -en la escalinata lateral de la Praza Maior- hasta la Catedral y viceversa. Sale engalanada a las 11.30 horas de la mañana -este año acompañada de un cielo soleado- para presenciar la misa oficiada por el obispo que da comienzo a las 12.00 horas en la que la Virgen se encuentra con su hijo resucitado. Pero al finalizar, debe volver al templo que tiene su titularidad.

Cuenta la tradición que cuando los gobernantes de la ciudad se negaron a correr con los gastos del arreglo de esa misma escalinata, los miembros del cabildo catedralicio les impidieron acompañarlos al interior de la iglesia, teniendo que quedarse los políticos a los pies de la escalinata. Sin embargo, el obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, comentó al finalizar este rito centenario que no hay referencias claras de que ocurriera así. «Tiene un poco de folclore, porque yo le he pedido a los historiadores que me digan de donde viene todo esto y, según las crónicas, creo que tampoco hubo tanto desplante como se piensa», afirmó al finalizar la procesión. «Siempre ha habido buena relación entre la autoridad eclesiástica y la autoridad civil. Varios especialistas han dicho que debió tratarse de una cuestión anecdótica», destacó.

Cientos de devotos y creyentes llenaron la Catedral durante el oficio religioso y acompañaron la procesión en su tradicional recorrido ante la atenta mirada de turistas y ourensanos que se encontraban disfrutando de la mañana dominical en las calles del casco viejo.

«Hemos tenido un tiempo privilegiado que no ha habido en el resto de España. En Ourense hemos tenido las mejores temperaturas, tanto climatológica como espiritualmente hablando. Y ahora se termina la Semana Santa pero comienza lo más bonito que es la Pascua. Para nosotros lo mejor es lo ordinario, lo que cada día. La Semana Santa es extraordinaria por las procesiones y los oficios litúrgicos, pero la Pascua es especial para los eclesiásticos», finalizó el obispo.