Reconoce ante la jueza que mató a su perro a golpes con una azada: «Estoy muy arrepentido»

m. v. OURENSE / LA VOZ

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Al acusado se le suspende la pena con la condición de que haga tratamiento psiquiátrico un año

21 mar 2019 . Actualizado a las 08:13 h.

«Estoy muy arrepentido. Nunca le hice daño a nadie». Fueron las dos únicas frases que pronunció ante la magistrada del Juzgado de lo Penal 2 de Ourense Clemente R. B., quien se confesó responsable de haber matado a su perro, un pastor alemán al que el 26 de junio del 2017 llevó a una finca de su propiedad y golpeó repetidamente con una azada, tras atarlo a un árbol.

Por esos hechos, calificados como un delito contra los animales domésticos, se solicitaba una condena de tres meses de cárcel para el propietario del can, si bien durante la vista oral celebrada este miércoles se acordó suspender esa pena, siempre que el acusado se someta durante un año a tratamiento psiquiátrico, ya que padece un trastorno paranoide de la personalidad. La anulación de la condena queda también supeditada a que el acusado no cometa ningún delito durante los próximos doce meses.

Los hechos que dieron lugar a este caso bien podrían haber pasado desapercibidos para las autoridades, ya que tuvieron lugar en una finca propiedad del acusado, en la localidad de Vilela. Fue un vecino quien, seguramente alertado por los aullidos del animal -al que su propietario golpeó en la cabeza de forma reiterada, hasta provocarle la muerte- avisó a la Guardia Civil. Cuando llegaron a la vivienda del sospechoso los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, observaron que Clemente tenía las manos y la ropa manchadas de sangre, y que además llevaba una azada también con restos de sangre. Le preguntaron lo que había ocurrido y si le había hecho algo a su perro, aunque en un primer momento no reconoció los hechos.

Eso sí, ante la insistencia de los agentes el acusado terminó por reconocer que acababa de terminar con la vida de su mascota, negándose a desenterrarlo. Esta labor la tuvieron que realizar los funcionarios del instituto armado, quienes vieron al lado de un árbol situado en una finca denominada A Cortiña, propiedad del acusado, restos de tierra recién removida. Encontraron allí los restos del animal, que habían sido enterrados a casi un metro de profundidad. No fue fácil, de hecho, localizarlos.

Arrestado

De inmediato Clemente fue detenido y trasladado a los calabozos de Verín, en los que pasó la noche. Alegó en aquel momento que había matado al animal porque no podía ya hacerse cargo de él, y que no había encontrado a nadie que lo quisiera. Se trataba de un pastor alemán que había pasado con él varios años y se había hecho mayor. Su muerte fue la peor posible.

Durante la vista celebrada por este caso el letrado de la defensa explicó que su cliente ya llevaba tiempo sometido a tratamiento y que a partir de ahora lo seguirá manteniendo, con el mismo profesional médico.