Dos matrimonios se divorciaron cada día del año pasado en la provincia de Ourense

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Ramón Leiro

Caen las rupturas, pero hay más casos derivados de parejas no casadas que han tenido descendientes

20 mar 2019 . Actualizado a las 08:57 h.

¿Está en crisis la institución del matrimonio? A juzgar por los datos relativos a las bodas, que caen año tras año, y por el movimiento que suscitan en los juzgados las rupturas, que aunque también caen siguen representando números importantes, todo indica que sí. Sin ir más lejos, el año pasado dos parejas decidieron, cada día, poner fin a la convivencia, una de decisión que, más allá del plano emocional, supone poner en marcha un procedimiento civil que afecta a tanto a los cónyuges como, en el caso de que los haya, a los hijos. Prueba de ello es que, aunque para los contrayentes el fundamento de la boda suele ser el amor, a efectos jurídicos un matrimonio es un contrato legal, con sus cláusulas y sus consecuencias en caso de ruptura. Así las cosas, entre los meses de enero y diciembre del 2018, según datos oficiales, los juzgados de la provincia de Ourense recibieron 594 demandas de divorcio y separación. Se trata de una cifra inferior a la del 2017, cuando se contabilizaron 643, por lo que se constata el descenso de este tipo de asuntos.

Respecto a cómo se desarrollan esas rupturas, resulta que en algo más de trescientos casos se sustanció un divorcio consensuado, es decir, hubo acuerdo en los términos de la separación y, en su caso, custodia de los hijos, mientras que los casos en los que ese consenso no fue posible fueron 268. Poca incidencia registraron las separaciones, una alternativa que no disuelve el vínculo matrimonial, ya que de estos casos se contabilizaron apenas una veintena en todo el año pasado en los juzgados ourensanos, y de ellas la mitad fueron con acuerdo y la otra mitad sin él. Son los juzgados de familia los que resuelven respecto a la materia que afecta a los hijos menores de edad, mientras que sobre los aspectos patrimoniales que hayan generado los cónyuges conocen los juzgados de primera instancia en lugar del de familia.

Y mientras caen los divorcios, se incrementa en los juzgados el trabajo derivado de las medidas de guardia y custodia de los hijos no matrimoniales, es decir, de la descendencia de parejas que no llegaron a casarse. A lo largo de todo el 2018 se contabilizaron más de doscientos casos de este tipo, y es significativo que fueran mayoría aquellos en los que no hubo consenso entre los adultos respecto a la custodia de los hijos e hijas menores de edad. Así, se contabilizaron 125 procedimientos no consensuados, mientras que en los 83 restantes sí lo huno. También se tramitaron más de un centenar de modificaciones de medidas de custodia.

 Dos nulidades

La nulidad matrimonial, que debe ser concedida por la Iglesia, apenas tiene incidencia en la provincia de Ourense y, de hecho, durante todo el año pasado solo dos parejas solicitaron a la Iglesia esta medida, que invalida el vínculo y les permite a los que lo solicitan, siempre que se les conceda, volver a casarse por el rito religioso católico.